Vender el coche para pagar las facturas: ¿una apuesta segura?
Desahacernos de nuestro vehículo puede suponer una ayuda rápida ante la crisis. Pero cuidado, no todos los compradores son tan honestos como parecen.
I. ZAMORA
En lo que la recuperación económica , o aquellos «brotes verdes» que un día pensó intuir la exministra Salgado, deciden aparecer por los hogares que se han visto sorprendidos por el fantasma del paro, los embargos o las deudas, obtener dinero vendiendo todo ... aquello sin lo que, mal que nos pese, podríamos vivir, se ha convertido en una práctica habitual para salvar el fin de mes o bien permitirnos un capricho que, de otra manera, nos resultaría imposible en tiempos de crisis.
Con todo, lo que sí abundan son las empresas que han visto en esta necesidad de explotar recursos propios una bendición particular para sus negocios, otrora estancados, pero a los que hoy les toca vivir sus años dorados. La compra-venta de vehículos es uno de ellos y ofrece, a priori, ventajas rápidas para ambas partes involucradas en el negocio: dinero a muy corto plazo para el que vende; opción rápida y rentable para quien compra.
Un vistazo a internet de no más de cinco minutos sirve para comprobar que las empresas de compra-venta de vehículos que pueden localizarse en un buscador como Google son más que abundantes. Los nombres de dichos negocios, tan descriptivos que no hace falta hacer 'click' para decidir con cuál quedarse, nos dan una primera idea de quiénes pueden ser los potenciales compradores de nuestro viejo, nuevo, maltrecho o incluso perfecto coche usado: « Comprocualquiercoche », « comprotucoche », « cochessiniestro »...
«La crisis nos ha vuelto sensatos»
Jesús Berruezo dirige la empresa www.comprocualquiercoche.com . Explica que su negocio, «totalmente fiable», se centra en comprar vehículos «de cualquier antigüedad, kilometraje o estado» y asegura que las cifras de la empresa, desde su creación en agosto de 2011, «son buenísimas» gracias, precisamente a la crisis. Además, apunta a la creciente popularidad de webs como la suya, que achaca al hecho de que «mucha gente se ha vuelto vaga, no apetece colgar un anuncio en internet o perder tiempo enseñando el coche a un extraño cuando realmente pueden venderlo en un día y obtener el dinero rápidamente».
«Te sorprendería la gente que se va fuera de España a trabajar y nos vende su coche»
Es, sobre todo, este dinero rápido lo que atrae al cliente a este sistema de venta. El perfil del cliente es variado, pero el director del negocio reconoce que el adiós a la bonanza económica que un día nos acompañó ha jugado un importante factor para la captación de nuevos clientes: «La mayoría de clientes están faltos de dinero, pero la crisis también ha dado lugar a que muchas personas se vuelvan más sensatas y opten por deshacerse de coches que realmente no necesitan ». Además, apunta a un perfil que considera irá rápidamente en aumento: «Te sorprendería la gente que se va fuera a trabajar y decide vender su coche porque quiere dejar España, hemos comprado muchísimos coches a este tipo de cliente».
Según cuenta Jesús Berrueto, su empresa saca beneficios incluso comprando coches inservibles. «Hay vehículos que están en tan mal estado que no obtenemos ganancias económicas, pero nos beneficia el hecho de que esos clientes inicien el "boca-boca" y nos traigan otros nuevos».
Carne de cañón para estafadores
Berrueto alerta de que, donde sea que se decida vender el vehículo, es imprescindible «estudiar quién es el comprador elegido, ya sea una empresa o un particular. El cuidado en la documentación es fundamental a la hora de realizar la venta y hay gente que, con tal de vender rápido, da su coche a cualquiera y puede meterse en serios problemas». La misma idea resalta Rubén Sánchez , portavoz de FACUA , quien asegura que «en ningún caso» debe realizarse una venta sin firmar un contrato en el que queden claras todas las condiciones.
Contactamos también con «El Compracoches» , donde aseguran que «la crisis ha sido fundamental para el negocio, ya que ahora compramos entre , 70 y 110 coches al mes, una cifra impensable antes ».
Ambas empresas han sido localizadas tras un rápido escaneo a la red, pero hay también otros métodos más «a la vieja usanza», aunque muy extendidos a la hora de intentar vender nuestro vehículo. Uno, el de toda la vida, es colocar el cartel de «Se Vende» a la espera de que suene el teléfono. Otro, a la inversa, es el del particular que se ofrece, mediante propaganda en nuestro coche, a convertirse en comprador. Las empresas alertan de que, aunque en muchas ocasiones se trata únicamente de particulares que quieren comprar un coche, lo más habitual es que quienes se ofrecen a adquirir cualquier vehículo colocando propaganda «no ofrezcan garantía alguna en cuanto a la documentación y transacciones ».
Este periódico ha intentado en reiteradas ocasiones contactar con varios compradores que se valen de este mecanismo aunque, de los localizados, ninguno ha querido hacer declaraciones sobre en qué consiste su actividad.
Comparar empresas y firmar un contrato
En cualquier caso, lo cierto es que hay que poner especial cuidado en aquellas propagandas que no dejan un teléfono fijo , una dirección física o una página web, pues un negocio con sede e información sobre su actividad más allá del nombre y teléfono móvil del comprador nos aportará más facilidades a la hora de denunciar cualquier estafa que de otro modo resultaría más complejo.
Rubén Sánchez, portavoz de FACUA , alerta de que es indispensable comparar las ofertas de varias empresas compradoras de vehículos para que no nos «timen» con el precio. «Cada comprador dará el precio que considere, pero es el mejor método para evitar que una empresa nos estafe ofreciendo una cifra por debajo del precio real». Firmar un claro contrato de compraventa es además, la norma básica que debe seguir «cualquier persona que vaya a vender o comprar un coche, imprescindible para reclamar cualquier estafa y justificar que hemos realizado la transacción».
En este sentido, desde FACUA consideran que si existe dicho contrato «da realmente igual si vendemos el coche a una empresa o a un particular , siempre y cuando la venta quede clara, así como las cantidades y las condiciones del vehículo de cara a futuras reclamaciones».
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