Chacón se vuelve andaluza para pelear por el liderazgo del PSOE

Culpada de ser socialista de día y catalanista de noche, Carme Chacón mostrará hoy que también es mujer andaluza si las circunstancias lo requieren. Y es el caso. No solo porque la aritmética del 38 Congreso recomienda ir al caladero del sur —Andalucía es la federación más potente del PSOE con sus 234 delegados, un 25 por ciento del total— a recabar apoyos. También porque en el partido, el camino del cónclave se estrenó tras el 20-N con un controvertido debate sobre la españolidad de su próximo secretario/a general y la exministra ha decidido que esa región no es mal lugar para poner en escena ya su particular ¡viva España!.

Será en Olula del Río , una localidad almeriense de 6.500 habitantes a 700 largos kilómetros de la Barcelona por la que Chacón es diputada, pero que figura en su mapa vital por ser la tierra natal de su padre. Allí vivió en su adolescencia, disfrutó vacaciones y celebró las Navidades como hace siempre. Los Reyes acostumbra a pasarlos en la Ciudad Condal. No los de 2009 a 2011, por preceptiva presencia en la Pascua Militar, y tampoco ayer mismo, porque regresó a Olula.

Sola con su hijo, la que hasta hace poco más de dos semanas fuera titular de Defensa volaba el viernes por la tarde en clase regular hasta Almería para dirigirse allí, al pueblo donde este sábado estará arropada por toda su familia cuando se postule para liderar el PSOE . En su equipaje, un discurso celosamente plegado con frases subrayadas en rojo desde las que reclamará encabezar un «proyecto nuevo en el socialismo español», una emoción radiante y doble de ganas. Las de ahora y las que se tuvo que tragar en mayo, cuando el aparato le obligó a dar un paso atrás para que Alfredo Pérez Rubalcaba desfilara triunfal hacia delante.

Amén de que surjan otros aspirantes, ahora sí, una y otro se medirán por fin cara a cara. Y Chacón va a por todas. En su favor, comparativamente ella encarnaría mejor la imagen de cambio que piden las bases y, en su contra, juega un perfil catalanista que molestó dentro y fuera del partido a cuenta de episodios como su llamamiento a no acatar la sentencia del Tribunal Supremo contra la inmersión lingüística. También está en medio de la vieja fricción entre el PSC y el PSOE. Les iguala un aspecto: Chacón y Rubalcaba competirán por exhibir experiencia política, pero ninguno podrá ocultar a los compromisarios que fueron y son referentes del zapaterismo que ha llevado al partido a la ruina electoral. Por mucho que la exministra se ponga ahora crítica con el manifiesto «Mucho PSOE por hacer» , la plataforma de su candidatura firmada por decenas de destacados compañeros. En cualquier caso, su equipo y ella misma trabajan desde la firme convicción de que cuentan con una ventaja: Rubalcaba es la cara de la derrota del pasado 20 de noviembre, computada en la pérdida apocalíptica de 4,3 millones de votos. Y confían en que nadie querrá repetir el error.

El mensaje de hoy de Chacón se enmarcará en la encrucijada de su partido, pero con óptica positiva: «No es el momento de lamentarse, sino de levantarse y abrir un tiempo nuevo ya» —defenderá— y para eso se dispone a liderar un proyecto de mayor apertura a militantes y simpatizantes y, junto a ello, recuperación de las señas de la socialdemocracia en materia económica y social . A efectos internos, apostará por un «liderazgo colegiado»

De aquí al 3 de febrero, inicio del cónclave, la diputada irá de gira por todas las federaciones. Ya ha tocado las más grandes: anunció su candidatura en Valencia, (tercera agrupación con 87 delegados), en su Cataluña (101 delegados) cuenta con parte de las simpatías, Madrid (77 delegados) está dividida y también Andalucía. Parece que hoy José Antonio Griñán no irá a Olula, aunque mandará a su secretaria de Organización, Susana Díaz. Chacón se apuntaba ayer el favor de la primera corriente del PSOE que se ha pronunciado, Izquierda Socialista, que se confesó «alineada» con sus «motivos» y «valores».