La rodilla de la modelo Xenia Tchoumitcheva, bajo el brazo de Fernando Alonso

Fernando Alonso deseó el jueves que 2012 «sea un buen año a nivel personal y profesional». Hablaba, sobre todo, de Fórmula 1, pero es lo único que ha dicho en público desde que el martes revelara su separación de Raquel del Rosario en un comunicado conjunto. El lunes había recibido de Esperanza Aguirre el Premio Internacional del Deporte de la Comunidad de Madrid . Por la tarde, vestido de rey mago , repartió scalextrics entre los niños. En ambas ocasiones estuvo encantador, desmintiendo la especie de su altivez y soberbia.

El hombre por el que tantos españoles madrugan en fin de semana tiene poco cuello, pero menos cintura para lidiar con el interés que despierta su vida fuera de los circuitos. El texto era para su público: «Con este comunicado, dirigido a todas las personas que siguen nuestra trayectoria profesional, pretendemos evitar cualquier posible especulación sobre nuestra decisión. A través del mismo, pedimos a su vez a los medios de comunicación que respeten una vez más nuestra vida personal, algo que, como sabéis, siempre hemos deseado proteger». Pero que si quieres arroz…

Dos días después del anuncio han aparecido fotos de una modelo suiza, Xenia Tchoumitcheva , junto al asturiano. La rubia, a la que solo le falta un paraguas gigante, es carne de paddock .Se cuenta (ya se encarga ella en Twitter) que la invitó al box de Ferrari en noviembre y que después coincidieron en una fiesta en la que el DJ Bob Sinclair pinchaba. Hay imágenes. Pero también las hay de Fernando con Laia Ferrer, la reportera de TV3 en los circuitos. Estará el piloto de un contento...

Los rumores siempre han estado ahí. A veces, castigados por los tribunales.Hace dos años se dijo en «Tal cual» que la pareja estaba al borde de la separación. Resultado: condena de 73.000 euros a Antena 3 (destinados a Unicef). La fortuna del asturiano es otro caramelo. Solo su contrato con Ferrari le supone 20 millones por temporada. Así que a las rubias de calentario y a las especulaciones sentimentales, se añaden las económicas del divorcio.

Tiene mala suerte Fer (como lo llama Raquel) . A la prensa le gustan los misterios. Y estamos ante un matrimonio contraído en 2006, aunque conocido a los dos años. Ante el comunicado de la separación de un matrimonio no confirmado oficialmente. El hermetismo de Fernando Alonso acaba siendo tan atractivo como el secretismo del régimen norcoreano.