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Lassalle, retos del hombre fuerte de Cultura

El nuevo secretario de Estado, colaborador de ABC Cultural, tendrá algunas competencias en la acción cultural exterior y la cooperación

Lassalle, retos del hombre fuerte de Cultura ÁNGEL DE ANTONIO

JESÚS GARCÍA CALERO

Ha diseñado la política cultural que el PP quiere desarrollar en esta legislatura y por tanto, era lógico pensar que sería nombrado secretario de Estado. José María Lassalle será el hombre fuerte de la Cultura en el Ministerio que engloba Educación, Cultura y Deportes. Y falta le hará esa fuerza, que mana del apoyo directo y la confianza que le otorgan Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría, porque sus competencias se extenderán sobre un sector herido por la crisis, acosado por el estigma de la piratería y, lo que es peor, demasiado acostumbrado al dinero público, a la subvención, lo cual va a resultar insostenible en el entorno económico presente. Así, que, ¿cómo potenciar la cultura de un país como España que cuenta con un mercado potencial de 500 millones de hispanohablantes?

Ley de Mecenazgo

El primer encargo legislativo de Rajoy al nuevo ministro José Ignacio Wert es una ley de Mecenazgo Cultural, basada en un proyecto que ya existe y del que Lassalle fue ponente en el Congreso el pasado enero. Su objetivo es impulsar el impacto económico de nuestra cultura en el PIB y atraer para ello el dinero privado a la financiación de la cultura, otorgando desgravaciones que suben del 25% hasta un 70% para cualquier ciudadano, en sintonía con países como Francia. También tendrá el 50% de desgravación la adquisición de bienes del Patrimonio. El PSOE estaba casi de acuerdo con la iniciativa, aunque decidió no apoyarla a la espera de su propio texto... que nunca llegó.

Presión por la «Ley Sinde»

Una de las «patatas calientes» que recibe el Gobierno del PP en herencia es la paradoja de que ya esté aprobada la llamada «ley Sinde» pero el Gabinete de Zapatero fuera incapaz de aprobar su Reglamento, con lo cual no entrará en vigor. Dicha ley parte de un acuerdo suscrito por el PP y CiU con el PSOE y por ello los nuevos responsables de Cultura reciben ya una considerable presión para que se tomen medidas de inmediato. Por un lado, existe un precedente, tal y como declaró ayer Pedro Pérez, presidente de los productores de FAPAE: cuando el PSOE aprobó el reglamento de una ley que obliga a las TV a financiar el cine con un 5% de sus ingresos, sancionada por el PP. Por otro lado, las industrias culturales no están dispuestas a esperar a que el PP ponga en marcha una nueva norma.

Ley de propiedad creativa

Esa ley se llamará de Propiedad Creativa y puede demorarse más de un año. Será ambiciosa, orientada hacia la innovación, la generación de un modelo de negocio vinculado al desarrollo de contenidos en internet que consigan que España y la lengua española se conviertan en un elemento definitorio del propio funcionamiento de la red. El modelo debe salvaguardar la seguridad jurídica (hoy imposible sin referente legal) y estimular el valor añadido en internet, donde «solo» hay 179 millones de usuarios en castellano. La ambición de Lassalle es superar mucho el actual 4% de incidencia de la industria cultural en el PIB.

Acción cultural exterior

Pero todo lo anterior no puede hacerse, en ningún caso —y menos en tiempos de recortes—, si no se sincronizan los esfuerzos nacionales e internacionales para la potenciación de las industrias culturales y la imagen de España. Por ello, el diseño de Lassalle pasa por asumir más peso (tal vez competencias) en las decisiones de acción y cooperación cultural exterior. Quiere que la cara internacional de España sea la del Instituto Cervantes, prestigiosa y consolidada. Sin trabajo transversal para coordinar la diplomacia cultural todo el edificio sería frágil. La estructura competencial será abordada en el Consejo de Ministros del próximo viernes.

Patrimonio subacuático

A punto de concluir —seguramente con total éxito— el juico contra Odyssey, Lassalle no parece pensar cambios sustanciales en la Ley de Patrimonio de 1985. Pero el expolio de los cazatesoros sí planteó algunos problemas de ámbito competencial que requerirán negociar una «ley de cooperación y comunicación cultural» que desarrollará las competencias constitucionales. El caso del patrimonio subacuático, que debe encontrar un plan de futuro e implica a varios ministerios, es un buen ejemplo, pero también será necesaria para la inclusión de convenios internacionales en nuestra legislación. Según los expertos, se trata de dar una mayor precisión técnica actualizada a una buena Ley de Patimonio.

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