Líderes del mundo lamentan la muerte de Vaclav Havel

-El canciller federal austríaco, Werner Faymann , ha calificado la muerte del expresidente checo de "la pérdida de una figura simbólica para una Europa pacífica, democrática y unida". En un comunicado, el jefe del gobierno austríaco ha dicho que ha fallecido "una personalidad política fundamental de la posguerra".

-El ministro británico de Exteriores, William Hague, ha calificado a Havel de "héroe de la guerra fría" y ha resaltado que abrió la puerta de la democracia a Europa del Este. A través de Twitter, se ha referido a él como "héroe de la guerra fría, escritor y presidente" y ha señalado que "siempre será recordado por abrir la puerta de la democracia a Europa del Este".

-Los dirigentes de la Unión Europea (UE) han lamentado la muerte del expresidente checo, al que han calificado de "verdadero europeo" y "héroe" por el importante papel que desempeñó al frente de la "Revolución de Terciopelo", que abrió las puertas a la democracia en su país en 1989. El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso , ha expresado en un comunicado su "inmensa tristeza" por el fallecimiento de Havel, un "verdadero europeo que fue campeón de la democracia y la libertad a lo largo de toda su vida". A su juicio, el nombre de Vaclav Havel quedará siempre ligado a la reunificación de Europa y a la expansión de los valores europeos por el centro y este del continente.

-El jefe del Estado francés, Nicolas Sarkozy, ha destacado que Vaclav Havel encarnaba un compromiso infatigable en favor de la democracia y de la libertad y que, con su muerte, Francia pierde a un amigo y Europa a "uno de sus sabios". En una carta enviada al presidente checo, Vaclav Klaus, Sarkozy ha resaltado que Havel fue un "hombre de cultura y escritor de talento", así como un "europeo comprometido, convencido de la unidad profunda y de la necesaria solidaridad" del continente.

-El presidente de la República Checa, Vaclav Klaus, encarnizado enemigo político de su predecesor en el cargo, ha reconocido que el dramaturgo fue artífice del Estado checo moderno "con su lucha sin amenazas contra el comunismo totalitario y también una personalidad líder de nuestra 'Revolución de Terciopelo'". Los desencuentros entre ambos mandatarios fueron tan profundos y continuos que Klaus, cuando desempeñaba la presidencia del Parlamento a finales de los años 90, llegó a decir que su enemigo político "había destruido el país".