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La libertad de horarios generaría 600 millones de euros anuales

Los consumidores reclaman que se estudie la fórmula aprobada por Madrid y las pymes rechazan la ampliación de aperturas en festivos

La libertad de horarios generaría 600 millones de euros anuales

A. CAPARRÓS

La decisión de la Comunidad de Madrid de liberalizar de forma absoluta la actividad comercial ha trascendido los límites de la capital de España. En plena crisis económica y con el consumo interno en caída libre, ya se han alzado las primeras voces en la Comunidad Valenciana que reclaman que, al menos, «se estudien fórmulas similares» a la implantada por el Ejecutivo de Esperanza Aguirre.

El presidente de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu), Fernando Móner, considera que «se trata de una experiencia piloto interesante». En todo caso, aboga por esperar un plazo prudencial de al menos un año para comprobar qué efectos produce en la actividad económica y laboral.

De acuerdo con el informe elaborado por el Gobierno madrileño, el establecimiento de la libertad de horarios en el comercio supondría aumentar en cerca de seis décimas el Producto Interior Bruto (PIB) regional. Una situación que, extrapolada a la Comunidad Valenciana, generaría una inyección adicional superior a los seiscientos millones de euros. En cuanto al empleo, la libertad absoluta de horarios podría ampliar en cerca de 10.000 la nómina de trabajadores en el sector.

Tras Madrid y Murcia

Con todo, no existe, ni de lejos, unanimidad respecto a los beneficios de la liberalización. En el caso de la patronal que agrupan a los pequeños comercios se niega la mayor y aboga por mantener el actual modelo que rige en la Comunidad, en la que está permitido un máximo de nueve aperturas anuales en festivos para todos los establecimientos con noventa horas semanales.

En la actualidad, la Comunidad Valenciana es la tercera autonomía española que habilita más aperturas en festivos, tras Madrid (veintidós) y Murcia (doce). El régimen general no es aplicable a establecimientos de menos de 150 metros cuadrados de superficie de exposición y venta, con independencia del producto que vendan. En estos casos la libertad es absoluta, aunque la mayoría de establecimientos que aprovechan esta posibilidad legal son aquellos regentados por comerciantes extranjeros, especialmente los asiáticos.

El debate se azuza especialmente en un mes como diciembre, en el que algunas empresas logran alcanzar más de la cuarta parte de su facturación anual por la campaña navideña. Hoy domingo, de hecho, los comercios pueden abrir sus puertas, como ya sucedió los dos anteriores y el pasado día 8, festividad de la Inmaculada Concepción.

Conciliación familiar

Un planteamiento —el de los cuatros festivos habilitados al mes—, que para la Confederación de Comerciantes y Autónomos de la Comunidad Valenciana (Covaco), «responde suficientemente a la demanda de los consumidores y se garantiza el derecho a la conciliación laboral y familiar de los comerciante, de acuerdo con su presidenta Encarna Sanchis.

En el lado contrario a los minoristas, la patronal de las grandes superficies Anged ha optado por no valorar el decreto liberalizador de Madrid a la espera de conocer en profundidad su contenido, según explica su portavoz en la Comunidad Valenciana, Martín Quirós, pero insisten en recordar que los consumidores responden a las aperturas en festivos. Una circunstancia que reafirma Fernando Moner, quien reclama incrementar las nueve aperturas actuales hasta las doce anuales que marcaba la normativa hasta que se modificó en 2009 la ley de Horarios Comerciales.

A pesar de que Anged es partidiaria de mantener el actual clima de consenso que impera en la actualidad en el sector comercial valenciano, la patronal que agrupa a grandes enseñas como El Corte Inglés, Carrefour o Alcampo, siempre se ha mostrado más favorables a volver al anterior calendario de festivos. Un punto en el que discrepan la Asociación de Supermercados de la Comunidad Valenciana (Asucova). De hecho, la mayoría de sus asociados opta por no abrir sus puertas en las jornadas habilitadas en festivos al considerar que no resulta rentable.

Sin voluntad política

Con todo, el texto aprobado por las Cortes establece una disposición adicional que permitiría en cualquier momento revisar el actual modelo en función de las necesidades del sector. Para ello se requiere de la voluntad política del grupo mayoritario. El Partido Popular, sin embargo, no parece por la labor de abordar «cambios radicales». El planteamiento del conseller de Economía, Enrique Verdeguer, pasa por mantener la actual «paz social» entre los agentes del sector comercial.

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