«Moriremos de hambre si no rompemos con el “que inventen ellos”»
L. M. O.
ENTREVISTA
Julio Lage
Dtor. de la Fundación I+E Innovación España
No hay tiempo para medias tintas. La economía española solo dispone de la innovación y el desarrollo para reactivar el motor, hoy herrumbroso, de la competitividad. Julio Lage, orensano, director general de la Fundación I+E ... Innovación España y presidente de la Asociación de Empresarios Gallegos de Madrid, ha ocupado puestos directivos en algunas de las empresas de banca y tecnología más importantes del país, entre ellas Santander, Banesto, La Caixa Y Arthur Andersen.
—¿No cree que, debido a la crisis, existe el riesgo de que la investigación se quede en un segundo plano?
—Es un riesgo que existe siempre, con o sin crisis. Lo fácil es mirar al corto plazo. Pero es un error. La investigación, la innovación y el desarrollo tocan directamente al negocio, en la medida en que permiten abrir esas ventanas de oportunidad para hacer las cosas mejor, de forma distinta. Y eso se llama competitividad. Simplemente, con recortar no llegaremos a ningún sitio. Si todas las empresas cierran los grifos de la creatividad, algo que pasa en muchas de ellas, irán perdiendo cancha. Tendrán que cerrar. Sin el apoyo de todos, este país no sale adelante .
—¿Es la innovación una de las asignaturas pendientes de las empresas españolas?
—Se nos llena la boca en las empresas con la palabra «innovación», pero luego, en los momentos más duros, solo replegamos filas. No se es sostenible haciendo regulaciones de empleo todos los días y desprendiéndose de gente, sin más. Una situación, además, que debilita el consumo en un país de servicios como el nuestro.
—¿En qué se concreta ese esfuerzo, por ejemplo, en las pequeñas y medianas empresas?
—Ser emprendedor no es un concepto que signifique, exclusivamente, crear una empresa. También se puede ser emprendedor en el puesto de trabajo. Si cada pequeño empresario trata de ser innovador y desarrolla oportunidades diferenciales será capaz de crear dos o tres puestos de trabajo, y eso, en el montante global de empresas de esa dimensión, supone una importante creación de empleo.
—¿Faltan emprendedores o espíritu emprendedor en España?
—Algunas generaciones nos hemos empeñado en transmitir a nuestros hijos que lo importante era llegar a una multinacional o a la Administración pública y buscar un puesto seguro. Pero a veces hay que dejar el sentido de la estabilidad a un lado. Para eso debemos enseñar a los niños y a los jóvenes que no pasa nada por equivocarse, que dentro de una empresa hay que dar libertad al error para poder avanzar. Hay que pensar como los precursores gallegos que se fueron a hacer las Américas. Puede existir un miedo a lo desconocido, pero no al futuro. Encontrarás algunos que han fracasado, pero son pocos. En México, Uruguay, Panamá y Estados Unidos verás casos de éxito tremendos.
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