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COPA DAVIS

Cinco claves de la quinta Ensaladera

El último triunfo del equipo español en la Davis ratifica el gran estao de forma de una generación de tenistas irrepetible

Cinco claves de la quinta Ensaladera REUTERS

LAURA MARTA

Son cinco las Ensaladeras que ha levantado el equipo español desde que lograra la primera en el año 2000. Hoy, Rafa Nadal, David Ferrer, Fernando Verdasco, Feliciano López y Marcel Granollers, con Albert Costa a la cabeza, han levantado la de 2011. Todo comienza en 2000 y, por el momento, hoy acaba con otro gran final feliz. Estas son las claves del triunfo:

Estados Unidos

Ardua fue la semifinal en un terreno tan hostil como la pista rápida de Austin (Texas). El miedo a que Nadal se desvinculara del proyecto por acumulación de partidos hizo presagiar lo peor, pero es en estos momentos cuando el orgullo español sale de las raquetas de los tenistas que portan el escudo nacional. Así, David Ferrer, Fernando Verdasco, Marcel Granollers y Feliciano López auparon a España hasta la final. A pesar de los saques de Roddick, del buen tenis de Fish y de las gargantas que gritaban sin cesar un machacón "Go home Spain", la quinta Ensaladera era demasiado premio para dejarlo escapar. Y se tiró de garra, valor y sufrimiento para alargar la leyenda de esta ya histórica generación de tenistas españoles. 3-1 y a la final en casa contra Argentina.

La pista

La Cartuja se vistió de luces para albergar la final. Todo a favor de los españoles porque iba a ser en tierra y al gusto del consumidor. Aunque Argentina también pelea muy bien en tierra, el polvo de ladrillo que puso color a la final sevillana contenía los ingredientes mágicos para impulsar los reveses cruzados de Ferrer y las derechas ganadoras de Nadal. Mucho más lenta de lo habitual , solo se vio sorprendida por unas goteras en el último momento que no pasaron a mayores. La superficie, rojo pasión, dio alas.

David Ferrer

Para Argentina la verdadera final comenzaba con su partido. Mónaco estaba sentenciando contra Nadal y la esperanza estaba en Juan Martín del Potro, un gigante, contra David Ferrer, un todoterreno. Y ganó la constancia . Porque un partido a cinco sets parecía demasiado para un estupendo Del Potro, pero con pocos encuentros entrenados a esa distancia. Cinco sets. El argentino tiene un tenis descomunal, incontestables sus derechas planas con casi dos metros de velocidad inyectados en la pelota; pero después de la lesión y el año que estuvo de baja, todavía le queda recuperar el aliento para las grandes citas y los partidos exigidos. Y contra Ferrer se exige cada punto. Terminó exhausto, dolorido y con calambres en las piernas. Y lloró, lloró como un niño porque tuvo a tiro el partido, pero Ferrer se lo arrebató de las manos. Al final 6-2, 6-7 (2), 3-6, 6-4 y 6-3 para España y la estrategia argentina que se deshace entre lágrimas.

Sevilla

La grada y el espacio, ya talismán desde que se lograra en este mismo lugar la Ensaladera de 2004 ante Estados Unidos (3-2). Jaleó y arropó a los españoles , aunque tuvieron un gran rival porque la hinchada argentina intentó el milagro en cada punto y con cada grito. Los abonos se acabaron en apenas un par de horas. El color, el aroma y el sabor sevillano envolvió la final y consiguió que en momentos de bajón los tenistas españoles sacaran lo mejor de sí mismos. Ya Sevilla en el corazón y en un trocito de la Ensaladera, esa que se ha tenido que ir ampliando para inscribir los nombres de los campeones. España ya lleva cinco rúbricas.

Rafa Nadal

Se bajó en las semifinales y el calendario tenístico, siempre demasiado largo, no presagiaba nada bueno para el manacorense. Agotado en la pista azul de Londres en la Copa de Maestros voló y se integró en la psita roja donde él manda sin compasión. Ante Mónaco el viernes ya se vio que este era otro Nadal. Era el que no ceja en su empeño de poner las cosas muy difíciles a los rivales y sentenciarles con su derecha ganadora, liftada, con efecto, imparable. Fundió a su amigo Juan Mónaco (6-1, 6-1 y 6-2) y tras la deblacle del dobles, España entera gritó su nombre para que salvara y ganara la final .

Nunca había dado el punto definitivo hasta este momento. Ante Juan Martín del Potro la estrategia estaba clara: cansarlo. Pero la muñeca del argentino fue poderosa y apabullante en un primer set que duró una hora, pero que terminó con un sospechoso 1-6. Sin embargo, el rey de la pista ya sabe lo que es levantarse y tumbar molinos. Buscó su saque y su derecha fue encontrándolos poco a poco. Lo pasó mal, obligado a defenderse de unos golpes que no podía contestar. Martillazo de brillantez que el argentino colocaba cuando podía. Pero Nadal pudo más. Se revolvió con un 1-0 y 40-0 en contra en el segundo set y lo volvió a hacer con 5-3 y al resto en el cuarto set. En el tie break, Sevilla y España entera le dio la energía suficiente para doblegar a Del Potro con un contundente 7-0. Y a ser el héroe de la final.

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