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ETA busca una amnistía encubierta con salidas individuales de presos

Una circular de la banda instruye sobre los pasos que deben dar para su libertad

J. PAGOLA

MADRID

Los presos de ETA han empezado a presentar como iniciativas individuales —excarcelación de los enfermos, de quienes han cumplido tres cuartas partes de su condena y de los que están afectados por la «doctrina Parot»—, lo que en realidad es una orden de la dirección de la banda que tiene como objetivo cortar las deserciones que se habían incrementado en los últimos años, que habían debilitado de forma importante a este colectivo.

«¿Cómo se va a tratar de iniciativas individuales si estas solicitudes se producen pocas fechas después de que el “colectivo de presos políticos vascos” las anunciara en el comunicado en el que pidió el voto para Amaiur?», subrayan fuentes antiterroristas consultadas por ABC. Es cierto que las peticiones de excarcelaciones se están tramitando de manera personal —esa es la novedad tratándose de etarras, ya que durante años se han negado a tramitarlas—, pero las fuentes antiterroristas inciden en el hecho de que se trata de una cuestión estrictamente formal, porque en caso contrario no serían ni siquiera cursadas.

Por si hubiera alguna duda, el pistoletazo de salida para presentar estas peticiones ha sido una circular interna del «aparato de makos», fechada en octubre, pero que se ha distribuido entre los reclusos etarras durante noviembre. En ella se recogen una serie de instrucciones. Por ejemplo, se indica que tienen que solicitar su puesta en libertad los enfermos, aquellos otros a los que se les ha aplicado la «doctrina Parot» y quienes han cumplido las tres cuartas partes de su condena.

La circular precisa que cada preso que se incluya en estos supuestos deberá presentar su demanda de manera individual, pero el resto de reclusos que purgan en el mismo centro deberá elevar una instancia colectiva reclamando la excarcelación de su compañero. Los destinatarios son los directores de prisiones —su responsable es Mercdedes Gallizo—, si bien la circular insta a que se presenten también ante el juez de Vigilancia Penitenciaria.

Pocas posibilidades

Estas peticiones, que se irán incrementando en las próximas semanas, tienen escasas posibilidades de prosperar. Así, recuerdan fuentes penitenciarias, en el caso de los enfermos, es el Juzgado de Vigilancia el que examina cada caso y determina si se dan las circunstancias legales para que sigan cumpliendo condena en su domicilio. Para acceder a la libertad condicional, no solo basta con haber cumplido las tres cuartas partes. El recluso debe estar en tercer grado, mantener buena conducta, tener un pronóstico de reinserción individual, pero en el caso de terroristas se exige, además, una renuncia expresa a la violencia y pedir perdón a sus víctimas. Circunstancias que no se dan en el colectivo de presos de ETA. Finalmente, y sobre la aplicación de la «doctrina Parot», recuerdan que corresponde a los jueces.

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