«Aspiro a ser el Lula da Silva del Congo»
Vital Kamerhe, candidato disidente, pretende «recuperar» un país vilipendiado por decenas de grupos armados que, desde 1998, se han cobrado la vida de al menos cinco millones de personas
De aliado gubernamental a candidato disidente, la biografía de Vital Kamerhe (52) es fiel reflejo de las intrigas de poder que marcarán los comicios presidenciales del próximo lunes en República Democrática del Congo . ¿Su «leitmotiv» de campaña? Del todo simplista: « Recuperar el gran Congo », un país vilipendiado por decenas de grupos armados que, desde 1998, se han cobrado la vida de al menos cinco millones de personas (el mayor conflicto desde la Segunda Guerra Mundial ).
Revestido de los pies a la cabeza de su sempiterno número cinco -su cifra de campaña-, el candidato presidencial recibe a ABC para denunciar las miserias geológicas y humanas del Gobierno de Joseph Kabila .
- ¿Quién es Vital Kamerhe? ¿Cuáles son las principales diferencias entre usted y el presidente, Joseph Kabila?
- Tras trabajar durante más de diez años en el Gobierno, en 2001, con la muerte del presidente Laurent-Désiré Kabila , su hijo -Joseph- me llamó para formar parte del nuevo gabinete. En aquel momento, nuestras promesas al pueblo congoleño se centraban en lograr el fin de la guerra, así como restaurar la buena gobernanza. Unas promesas incumplidas finalmente y que se han ido agravando gracias a la firma de contratos mineros engañosos [el 80% de las reservas mundiales de coltán, un mineral utilizado para la fabricación de equipos electrónicos, se encuentran en el Congo] y con la entrada de tropas ruandesas en el país. Por ello, preferí marchar por libre en mi candidatura.
- Usted acusa al actual mandatario de contribuir a la «invasión» del país por parte de rebeldes hutus y tutsis provenientes de Ruanda. ¿Deben salir estas tropas?
- Yo no quiere echar a los ruandeses, tan solo lograr un plan para el mantenimiento de la paz. No es justo que, a cada minuto, una mujer sea violada al este del Congo y que los contratos mineros continúen sin control. Mi idea es la creación de un «Gran Congo». No quiero paz en Uganda, Burundi y Ruanda; e inseguridad aquí.
- En este planteamiento de «Congo para los congoleños», ¿qué papel debe jugar Naciones Unidas en la construcción del nuevo Estado? ¿Apela a las retirada de los cascos azules del país?
- Nuestro país se ha convertido en un escándalo geológico, con uno de los peores índices de desarrollo humano del mundo. Cuando me convierta en presidente no echaré a las tropas inmediatamente, sino que buscaré una colaboración estrecha. Es cierto que su salida debe ser progresiva, pero no puede producirse hasta la generación de estructuras democráticas. A día de hoy, el Estado es el primer opresor del pueblo congoleño.
- De forma continua usted se autodenomina el «Lula da Silva del Congo», pero hay que ser consciente de que este país no es Brasil...
- Nuestra similitudes con Brasil son tanto históricas como culturales y naturales. No debemos olvidar que, en el pasado, el país americano se enfrentó al mismo expolio que nosotros. Por ello, apelo a convertirme en el «Lula da Silva del África central», porque mi única base ideológica es recuperar la grandeza del continente. Es tan solo una visión de liderazgo y de política responsable.
- La fragmentación del Ejército, así como los crímenes cometidos por sus tropas, son dos de las principales miserias del actual Congo ¿Deben rendir cuentas los militares en tribunales internacionales?
- El actual Estado congoleño está muerto y por ello envía a sus militares y gobernantes al Tribunal Penal Internacional. Tenemos que seguir el ejemplo de Sudáfrica donde se ha generado la Comisión de la Paz y la Reconciliación. Si nuestras tropas siguen siendo enviadas al extranjero para ser juzgadas, la guerra retornará pronto. No podemos continuar siendo ese bebé que necesita ser educado a cada momento.
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