Salgado presume de que España puede pagar su deuda al 7% durante siete años

Como quien oye llover. «No hay ninguna preocupación sobre la sostenibilidad de la deuda pública», aseguró ayer Elena Salgado al tiempo que en el mercado los bonos a diez años pagaban una rentabilidad superior al 6% —el jueves rebasaron el 7%, el nivel más alto desde 1997— y la prima de riesgo del país tanteaba, un día más, los 500 puntos básicos. Cifras que en otros países impusieron salvamentos financieros. «Una petición de rescate está fuera de toda consideración», zanjó la vicepresidenta económica. Y aseguró que harían falta entre seis y siete años de costes así de elevados para que la financiación del Estado genere inquietud.

En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, Salgado explicó que la deuda soberana española tiene un plazo de vencimiento medio de 6,59 años y por lo tanto el país dispone de ese tiempo para amortizar ese sobrecoste actual. Y añadió también que el precio medio que paga ahora España para financiarse continúa en el 3,96%, cerca del mínimo histórico del 3,49% registrado en enero de 2010.

La vicepresidenta incluyó en su batería de argumentos que las actuales presiones afectan a una parte «muy pequeña» —unos 3.500 millones— de los 580.000 millones de euros en deuda emitida por el Tesoro. Salgado señaló que el porcentaje de intereses de la deuda que España paga en relación con el PIB está 20 puntos por debajo de la media europea. El Estado destinará este año 27.420 millones a esa partida, según los Presupuestos. Salgado rebajó ayer esa cifra en algo más de 3.000 millones de euros.

Ciertamente, es el pánico de los mercados lo que presiona a la eurozona en los últimos días; incluso a países como Bélgica, Austria y Francia, hasta ahora a salvo. Ni el cambio de Gobierno en Italia, con el fin de calmar —o contentar— a esos inversores, ha surtido efecto. En España, según los analistas, un relevo en La Moncloa está descontado. Ayer mismo, el líder del PP, Mariano Rajoy, pidió «más de media hora» a esos inversores.

«Los datos de nuestra economía no justifican que tengamos que pagar precios más altos», dijo Salgado. Aun así, la vicepresidenta pidió al BCE que siga comprando «con la potencia suficiente» deuda de estos países y exigió a Bruselas que ponga en marcha ya los acuerdos de octubre.

«La UE está ayudando a España, todas las instituciones europeas han ayudado activamente a España. Lo más importante es que España se ayude a sí misma», respondió el portavoz de la comisión de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj. Salgado aseguró que la consolidación fiscal, a pesar del parón económico, «se va cumpliendo» gracias a algunos márgenes —la pago anticipado del impuesto de Sociedades, por ejemplo—, y que las reformas estructurales aprobadas «ya están teniendo efecto» en la productividad y competitividad del país. Admitió, eso sí, que «la asignatura pendiente sigue siendo el paro». Y confió en que empiece a bajar en los próximos meses.