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La nueva vida del primer barco del Rey

Amantes de la velahan recuperado del desguace el velero con el que Don Juan Carlos compitió en Múnich'72

La nueva vida del primer barco del Rey abc

almudena martínez-fornés

Después de aguardar durante muchos años en un desguace de Cataluña, el pequeño velero con el que el Rey compitió en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972 ha recuperado el aspecto de sus mejores tiempos. Mañana será mostrado a Don Juan Carlos y al público por primera vez, durante una visita que hará el Monarca al Salón Náutico Internacional de Barcelona. El barco ya no volverá a surcar los mares como hacía en sus tiempos de gloria, hace 40 años, cuando el joven Príncipe Don Juan Carlos lo capitaneaba y soñaba con ganar una medalla para España. Su nuevo destino es convertirse en una pieza de museo y pasar a formar parte del bagaje olímpico español.

Hacía ya mucho tiempo que un grupo de amantes de la vela soñaba con recuperar el velero de la clase Dragon, bautizado con el nombre de «Fortuna» —el primero de la serie—, con el que el Rey compitió en las frías aguas de la bahía de Kiel Allí fue donde se disputaron las pruebas náuticas de los Juegos Olímpicos de Múnich. De hecho, una crónica de agosto de 1976 publicada en la revista Blanco y Negro ya hablaba entonces de que existía «un vivo interés en Barcelona de que este velero regio pase a ser pieza de museo del Marítimo de la Ciudad Condal, en el caso de que el Rey dejara de utilizarlo definitivamente».

Mañana, 39 años después de que el barco alcanzara su gloria olímpica, ese grupo de amantes de la vela y aficionados a la náutica verán su deseo hecho realidad. Primero le harán entrega al Rey del velero completamente restaurado y después Don Juan Carlos lo cederá al Museo Olímpico y del Deporte «Juan Antonio Samaranch», de Barcelona, donde ya se exhiben otros símbolos del deporte español.

El histórico velero de la clase Dragón tiene 8,90 metros de eslora y 1,96 de manga. Su velamen era de 23 metros cuadrados y estaba pensado para navegar con tres tripulantes. Fue monotipo olímpico entre 1948 y 1972 , año en el que dejó de serlo para dar paso a nuevos diseños. Fue construido en Dinamarca en 1962, el mismo año que los Reyes contrajeron matrimonio, y parece ser que se trató de un regalo de boda.

Don Juan Carlos debe su pasión por el mar a su padre, el Conde de Barcelona, que era un excepcional marino, pero también su abuelo, Alfonso XIII, tenía una gran vocación náutica. El velero más popular de Alfonso XIII, el «Hispania», también fue restaurado por amantes de la navegación. Los dos barcos más conocidos de Don Juan eran «El Saltillo», con el que llegó a cruzar el Océano Atlántico, y el «Giralda».

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