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fragua histórica

Lugo, Zapatero y el talante

Es el final de una etapa, de un ciclo y el comienzo de una difícil travesía en el desierto, sin liderazgo y sin saber muy bien si refundarse, cómo y quién

abel veiga

TAL vez con años de retraso volvió el presidente del gobierno a Galicia, volvió a Lugo, salvo alguna que otra fugaz aparición. Habló del final del terrorismo, habló del pasado, del presente y de un futuro donde ya no será protagonista. Es consciente del veredicto ... que el presente inmediato está haciendo de él. Entonó una débil autocrítica. Se siente responsable de los cinco millones de desempleados, de sus dramas, de sus tragedias personales. Y pasó página a lo hecho, justificó en el futuro del estado de bienestar los recortes de las políticas sociales y públicas. Pero en este momento ni Lugo, ni Galicia, ni España entienden ni atienden a justificaciones. Quiere asumir sus responsabilidades hasta el último minuto, pero ha llegado demasiado tarde a ese tren embalado a toda velocidad.

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