Los F-18 evitaron que Gadafi se hiciera con sus armas químicas

Además de este tipo de misiones —NTISR (Reconocimiento Vigilancia e Inteligencia No Traidicional, en sus siglas en inglés)—, los cuatro cazas españoles se encargaron de la identificación de aviones civiles, acciones de defensa aérea —la mayoría en el aire, es decir, no atacando las bases aéreas gadafistas, sino enfrentándose a aeronaves una vez despegadas— y de vuelos de disuasión para que no se infringiera la zona de exclusión aérea dictada por el Consejo de Seguridad de la ONU en su resolución 1973. Los cuatro aviones estuvieron casi siete meses operativos en la base italiana de Decimomannu (Cerdeña).

Ejemplo de la dificultad que entrañaba la misión eran algunas de las estrategias utilizadas en los primeros días de combate por el dictador libio. Por ejemplo, situó a sus helicópteros de combate bajo las alas de aviones comerciales en aeropuertos civiles.

En total, los cuatro cazas españoles contribuyeron a la operación «Unified Protector» con alrededor del 3-4 por ciento de la misiones, con casi 1.500 horas de vuelo. La efectividad de las misiones encomendadas fue del cien por cien. Desde que el 31 de marzo comenzaron las misiones aéreas, los aviones de combate de la OTAN han realizado un total de 25.898 salidas , de las cuales 9.568 son catalogadas de ataque, «que no quiere decir que se dispusiera de munición, sino que podrían ser para una propia identificación de objetivos».

El papel de los cazas españoles también fue clave a la hora de poder llevar a cabo misiones nocturnas. El contingente español estaba formado por 108 militares, algunos de los cuales jugó un papel clave en el Centro Combinado de Operaciones Aéreas (CAOC) de «Unified Protector» en la localidad italiana de Ferrara.

A la pregunta ¿ha sido precipitada la decisión española de replegar los cuatro cazas y el submarino que participaban en la operación «Unified Protector»?, un oficial de la OTAN en Nápoles respondió a este diario que «la situación ahora en Libia es muy diferente a la de principios de verano. Ahora la amenaza se concentra en pequeñas áreas. Lo importante es que aún contamos con los recursos necesarios para realizar el trabajo».

Asimismo el oficial de la OTAN aseguró que la decisión anunciada el 12 de octubre por la ministra de Defensa, Carme Chacón, «ha sido totalmente coordinada con la OTAN». Otras fuentes consultadas aseguran que podría haberse aguantado unos veinte días más, hasta el final de la actual fase de la misión . España sí mantiene dos aviones de reabastecimiento en vuelo, así como el avión de vigilancia marítima y la fragata «Álvaro de Bazán», asignados al embargo naval.

Chacón recibe hoy al destacamento de los F-18 en Zaragoza que ahora permanecerá en territorio nacional en situación de prealerta. Una decisión mucho más barata desde el punto de vista económico.