«La huelga me cuesta 240 euros al mes»
Los padres pagan a profesores particulares ante la nueva ronda de paros en todos los institutos públicos
MARÍA ISABEL SERRANO
Comienza otra semana conflictiva en la enseñanza pública. Más de 230.000 estudiantes de Secundaria Obligatoria (ESO), Bachillerato y FP de toda la comunidad madrileña se van a ver afectados por la nueva tanda de paros convocada por los cinco sindicatos de funcionarios docentes ... : CC.OO., ANPE, FETE-UGT, CSIF y STEM. Hay convocadas huelgas en los institutos públicos los días 4 y 5, pero desde hoy mismo, día 3, habrá concentraciones y asambleas en los centros.
Muchos padres de alumnos creen que la protesta es inadecuada y exagerada . «Para que mis hijas no pierdan el ritmo, con huelgas desde el primer día de clase, me tengo que gastar 240 euros al mes en profesores de apoyo particulares. Eso es lo que me cuesta a mí la huelga», dice C.H., madre de dos alumnas de Alcobendas.
Tres familias consultadas por este periódico coinciden en sus temores. El curso, dicen, empezó mal con los paros de días 20, 21 y 22 de septiembre y no parece que este octubre vaya a ser mejor. De hecho, hay convocada otra jornada de huelga para el 20. El motivo de las protestas sindicales es, fundamentalmente, la ampliación en dos horas (de 18 a 20) del horario lectivo de los docentes, lo que no modifica su jornada laboral semanal, que se mantiene en 37,5 horas.
Los sindicatos aseguran que se trata de un «recorte» a la enseñanza pública porque esa ampliación del horario lectivo de los funcionarios docentes lleva a un ahorro de 80 millones de euros que, según insisten desde el Gobierno regional, se gastará en otras necesidades educativas. El argumento de las organizaciones sindicales es que no se va a contratar a suficientes profesores interinos y ello va a rebajar la calidad educativa. Sin embargo, la Consejería de Educación y Empleo ya dijo que se han contratado 800 interinos y que se puede llegar a los 1.000. El curso pasado hubo 1.700. Los sindicatos piden 3.000.
C. H., la madre de dos alumnas de Secundaria en un instituto de Alcobendas, prefiere no dar su nombre completo. Teme represalias hacia sus hijas. «Una está en primero de Bachillerato, la otra en segundo. Nos preocupan las dos, pero para la mayor este es el curso de la Selectividad. Hemos optado por ser previsores y hemos puesto a las niñas dos profesores de apoyo , para Lengua y Matemáticas que nos cobran 60 euros a la semana; es decir, 240 al mes. ¡Y menos mal que las clases de refuerzo de Inglés se las da mi marido!», añade.
«Entiendo —comenta C. H.— que protestar por tener dos horas más de clase es ridículo. ¡Son veinte minutos al día!. En los tiempos que corren, todos debemos apechugar. A mí me han bajado el sueldo y no dejo de cumplir con mis obligaciones, con la diferencia de que ellos son funcionarios y nunca les va a faltar el jornal».
« Deberían pararse a pensar que su trabajo es el futuro de muchas generaciones, de un país entero . Creo que la huelga es política. En mi familia hay funcionarios docentes en la Universidad y no tienen estos planteamientos», concluye C.H.
Antonia, que tampoco quiere dar su apellido, es abuela de dos alumnos de secundaria en un instituto de Pinto. «Yo trabajé en uno y sé muy bien lo que se hace. No digo todos los profesores, pero sí he visto a algunos con mucho tiempo libre».
Las 21 de Andalucía
«Veinte horas a la semana dentro del aula no me parecen muchas. La de Madrid, al menos, es una huelga política porque se olvidan que en Andalucía se está extendiendo la jornada lectiva de 21 horas, que es el máximo legal, y no he visto en las noticias a ningún sindicato de huelga o protestando ante la Junta», dice Antonia.
Merche y Miguel tienen a sus hijos —chico y chica— en un instituto del distrito de Retiro. «En septiembre estuvo de huelga la mitad del profesorado. Ahora más. Los nuestros tuvieron algunas clases. No todas. Y eso es muy preocupante. La primera evaluación está casi perdida aunque se empeñen en que las clases se pueden recuperar. ¡Luego se extrañan de que la gente se vaya a la enseñanza concertada! Ahí tienen más horas lectivas, también es gratuita en los tramos de enseñanza obligatoria y los chavales salen adelante», afirma Miguel.
La preocupación de las familias no es baladí. Esta semana, además de los paros, habrá una manifestación (el día 4) y movilizaciones variadas como actos en la calle y encierros en los centros. El día 6, la consejera de Educación y Empleo, Lucía Figar, acude a la Asamblea de Madrid. Será una sesión de control al Gobierno Regional que estará dedicada, casi por completo, a los conflictos educativos y las normas de principio de curso fijadas por la Comunidad de Madrid.
Ahí no acaba el problema. Si no se desbloquea el conflicto con una reunión entre la mesa sindical y la Consejería (algo que pide de forma imperiosa el sindicato ANPE), el cisco puede extenderse a la segunda mitad de octubre con otra semana de movilizaciones.Francisco Melcón, de ANPE, pide que «se pueda llegar, por parte de Lucía Figar, a un compromiso de futuro en el sentido de que en los centros se puedan desarrollar los mismos programas que el curso anterior. Hay que articular un mensaje en positivo para no radicalizar el conflicto».
«Actitud autista»
De momento, una página abierta en internet por funcionarios docentes llevaba ayer recogidas 20.000 firmas pidiendo la dimisión de Figar. Se acusa a la consejera de mantener una «actitud autista» —la cita es textual—, y de no consensuar unas medidas tomadas de manera unilateral».
Ayer, la consejera de Presidencia y Justicia, Regina Plañiol, se mostró convencida de que «los profesores de Madrid, que son unos magníficos educadores comprometidos con su profesión, comprenderán que hay que arrimar el hombro para combatir la crisis económica».
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