Agustí y Catalá toman posiciones con vistas al congreso del PP de Valencia
Rus ya no tiene expedito el camino para su reelección, prevista en 2012. El grado de «neutralidad» de Alberto Fabra en el proceso resultará determinante en la definición del liderazgo provincial
MANUEL CONEJOS
La cercanía de las elecciones generales del próximo 20 de noviembre impide visualizar con nitidez la dimensión del proceso de renovación que eventualmente puede afectar a la cúspide organizativa del PP valenciano. El alcalde de Paterna, Lorenzo Agustí, y la alcaldesa de Torrent, María José ... Catalá, son dos exponentes claros del empuje de una nueva generación llamada a liderar la formación en sus distintos niveles. Si bien los ajustes en el Consell no están en absoluto claros hasta el punto de que el actual Ejecutivo autonómico podría tener una vocación de permanencia durante la primera mitad de la legislatura, en el caso del PPCV sí es evidente que los procesos congresuales marcarán cambios importantes. El calendario dependerá de un comité nacional del PP que debe refrendar el liderazgo de Mariano Rajoy al frente del proyecto. Todo apunta a que esa cita se producirá en el primer trimestre del próximo año.
A continuación llegaría el turno de los congresos regionales y luego los provinciales. En ese contexto, el de Valencia se presenta como el más abierto. El presidente provincial, Alfonso Rus, ha aumentado la cuota de militantes significativamente, aunque ha obtenido unos resultados electorales discretos. Mientras, su gestión en la Diputación ha permitido obtener liquidez en una época de dura recesión. Pero no parece bagaje suficiente como para evitar, según parece, que le puedan salir competidores internos dispuestos a completar un cambio de ciclo entre los populares valencianos, abierto con la marcha de Francisco Camps, José Joaquín Ripoll y el anunciado de Carlos Fabra.
Aspiraciones legítimas
El primero de los potenciales rivales es Lorenzo Agustí, con quien Rus ha tenido algún desencuentro público. Sus «desmarques» respecto a la línea oficial han creado en ocasiones malestar en el partido por lo que deberá trabajar en solucionar algunos recelos. No obstante, también cuenta con partidarios. Tampoco es descartable que Agustí también busque posicionarse para dar el salto a la política nacional, aunque esta actividad no sería incompatible con la ambición de ganar terreno en el PP provincial.
La segunda figura, menos arriesgada en las formas pero con igual proyección, es la alcaldesa de Torrent. La relación de Catalá con Agustí es magnífica y, en su caso, sí cuenta con el respaldo de un amplio apoyo del llamado sector «cristiano» del partido, así como de más de la mitad de cargos y militantes en la comarca.
Sus resultados electorales, al igual que Agustí, la han catapultado a la primera línea y si está en disposición de ganarse la confianza de otros referentes provinciales, tendrá mucho terreno ganado para postularse para el congreso provincial del próximo año.
La cohabitación de estos referentes del partido es, a día de hoy, buena. Los populares no se caracterizan por soltar amarras y atemperan bien estos procesos, pero Rus ya sabe que puede tener competidores si es que desea seguir al frente del PP provincial y, de acuerdo con los últimos movimientos que ha venido protagonizando, todo apunta a que esa es su voluntad.
La «neutralidad» o no que el presidente del PPCV, Alberto Fabra, pueda mostrar ante estos movimientos también puede ser indicativa de cuál es su idea respecto a una dirección provincial que resultará clave para su propio liderazgo.
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