Un corto grabado por presos se presenta sin su protagonista, que se ha fugado

Así lo ha concretado a Efe el director de esta prisión, José Manuel Cendón, quien ha explicado que "hace meses" que el preso incurrió en un "quebrantamiento de condena" al no volver a la cárcel tras disfrutar de un permiso, por lo que se le busca.

El papel del preso fugado en el cortometraje es el de una persona que mata a otra, ingresa en prisión y comienza a tener visiones de la persona a la que ha matado que lo atormentan durante su estancia en la penitenciaría, ha detallado a Efe el director del cortometraje, Rodolfo Herrero.

La grabación, que ha durado cinco meses, se ha tenido que adaptar a la desaparición de su protagonista, algo "repentino" que finalmente se ha solventado con la supresión de algunas escenas y con planos de detalles en lugar de los que mostraban la cara de ese preso en concreto.

"Sabía donde estaba grabando el corto y conocía las limitaciones y los trámites burocráticos que conllevaba, pero no me esperaba este problema de que el protagonista se fugara", ha confesado Herrero.

A pesar de esta alteración, "la historia se entiende y el final es el mismo", porque "las escenas más difíciles se grabaron al principio", ante la posibilidad de que hubiese complicaciones de cualquier tipo.

Herrero realizó tres selecciones para encontrar a los protagonistas dentro de la prisión, ya que tenían que ser personas internas en módulos de respeto que a su vez tuvieran el tercer grado para que salieran a rodar algunas escenas al exterior y además que encajaran con el personaje.

Una de las razones por las que el director decidió grabar el cortometraje con presos en lugar de con actores es que "discutieron juntos el guión desde el primer día" y fueron los propios internos quienes corrigieron muchos de los planos, porque conocen el procedimiento y los detalles de la vida en prisión.

Los procesos por los que pasa el preso, la descripción de las celdas, el comportamiento de los internos en el comedor, el procedimiento de recibir la medicación y demás matices del cortometraje están por tanto basados en las propias experiencias de los internos.

"Algunos de los presos ya han visto el resultado final y se muestran muy satisfechos tanto por sus actuaciones como por la manera de reflejar su modo de vida, que se aleja un poco del tópico que muestran las películas americanas", ha adelantado.

Del mismo modo, maquillaje, grabación, control de luz y sonido y demás tareas del rodaje están realizadas por los propios presos.

Herrero ha confiado en que el cortometraje, que versa sobre la culpabilidad, haya servido a los presos como reflexión, aunque la mayoría del equipo está cumpliendo condenas por tráfico de drogas, mientras que el protagonista de la historia es un asesino.

Además, los días de rodaje ayudaron a los presos a salir de su rutina de "levantarse, desayunar y hacer tres actividades diarias", algo que se manifestaba en que "siempre pedían que hubiese más escenas de exterior", ha señalado.

En la grabación del corto ha colaborado Evenmedia Producciones y la Organización No Gubernamental (ONG) In voce, así como el restaurante Bodega Regia y la Policía Local de León, que prestó trajes a los internos.