LIGA BBVA
Falcao irrumpe feroz
Tres goles del colombiano sellan el gran juego del Atlético ante el Racing
josé carlos j. carbias
La gente del Calderón se ha instalado en el balcón de la felicidad. Tantos años de penurias y calamidades, fichajes sospechosos y estrellas a la fuga se han olvidado en un mes. El Atlético juega muy bien. Lo hace al ritmo que marca la confluencia ... de unos jugadores que han coincidido en tiempo y hora. Diego, Arda Turan, Adrián, Reyes, Mario Suárez y ayer, Falcao. El tigre colombiano selló con tres goles la gran tarde colchonera.
Una atracción irresistible ha acampado en el Manzanares. Noticia imprevista tratándose del Atlético, su perpetuo halo de fatalidad y propensión a la sala de curas. Conviene anunciar el advenimiento en voz queda porque hablamos del equipo de impulsos a contracorriente, capaz de todo y de nada. El Atlético toca, juega, se divierte. Y gana...
El conjunto de corte racial, siempre vehemente en su puesta en escena, se ha transformado por una de esas casualidades inescrutables del fútbol en un grupo de orfebres. El balón no se rifa. Se orienta y se distribuye. El fútbol fluye suave, de un lado a otro, en corto y en largo, pero con intención y criterio. Y el enemigo, ayer el Racing, persigue sombras.
Jugó muy bien el Atlético en la primera parte. A bordo de una ola contagiosa, Manzano propagó la técnica y un plan de asociaciones calientes sobre la cancha. Mario Suárez, Diego, Reyes, Falcao, Arda Turan... todos juntos al son del balón y de una idea común. El toque.
La parroquia colchonera, acostumbrada a otra cosa, a las ronchas de piel sobre el tapete y a cráneos cosidos sobre la marcha, se frotó los ojos ante la visión de una película que llevaba mucho tiempo fuera del cartel. El Atlético se echó sobre el campo de su adversario a partir de la posesión del esférico y todo vino rodado.
Falcao clavó el primer gol atlético del curso después de una brillante combinación de Arda y Filipe por la izquierda. Poderoso zurdazo del colombiano a la media vuelta y felicidad total en el estadio porque la gente esperaba a su tigre. El Racing asistió impasible al correctivo, sin mostrar el sello guerrero que caracterizaba a los equipos de Héctor Cúper. Anodino y timorato, se desvaneció en la fiesta ajena. Falcao marcó el segundo en un penalti muy bien lanzado y que remuneró la apuesta atlética. Jugó 45 minutos en el campo santanderino.
La tropa de Manzano tocó cumbre con el tercer gol. Una maravilla que perpetraron Reyes, Arda Turan y, finalmente, Falcao. Conducción, toque, desmarque, pase al hueco y sutil concreción del colombiano: tiro suave y definitivo frente a un portero a la desesperada.
Rendido el Racing, Manzano ganó crédito ante la hinchada. Quitó a Diego con 2-0 y a Falcao con 3-0 en su propósito de dosificar energías. Adrián, al que quiere la grada, hizo el cuarto en un tarde de sensaciones olvidadas en el Calderón.
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