Rajoy exige a Zapatero que vuelva de Doñana para dar cuenta de la crisis

Las imágenes de ayer de diferentes líderes europeos y mundiales en plena actividad ante las situaciones críticas que atraviesan sus países ( Cameron , con Scotland Yard; Berlusconi, con los agentes sociales ; Sarkozy , con su equipo económico; y Obama, con el presidente de la Reserva Federal ) contrastaron con la ausencia de Zapatero y de su vicepresidenta económica, Elena Salgado, que no daban señales de vida desde la semana anterior.

Tal fue el contraste, que el presidente del PP, Mariano Rajoy , dio instrucciones a primera hora de la mañana de ayer a la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría , para que se registrara la petición de comparecencia urgente del presidente del Gobierno en el Pleno. El PP quiere que el Ejecutivo dé explicaciones a los ciudadanos sobre «los efectos que la grave situación financiera está teniendo sobre la economía española , las decisiones adoptadas en el conjunto de la Unión Europea, su repercusión sobre España y los compromisos asumidos por el Ejecutivo español y, finalmente, la previsión de futuras medidas por parte del Gobierno socialista».

El Grupo Popular considera que «cunde la sensación de estar sin Gobierno, de ser un país que el PSOE deja expuesto a su suerte y a merced de los continuos sobresaltos que alejan las esperanzas de recuperación». Según la formación de Rajoy, «mientras todos los dirigentes europeos e internacionales están al frente de sus obligaciones, comparecen públicamente y en sus parlamentos, en España nadie en el Ejecutivo asume las riendas de la situación, que cada vez se hace más insostenible» .

Precisamente, el vicesecretario de política territorial del PP, Javier Arenas, reprochó a Zapatero que esté teniendo un verano «más relajado» que otros mandatarios europeos, a pesar de que «estamos al borde del abismo» , según declaró en la Cope.

El pasado martes, 2 de agosto, Zapatero llamó por teléfono a Rajoy para explicarle los pasos que estaba dando el Gobierno después de que la prima de riesgo (el diferencial con el bono alemán a 10 años) sobrepasara la barrera de los 400 puntos básicos , lo que hizo saltar todas las alarmas. Ante la gravedad de la situación, Rajoy optó por no acosar aún más al Gobierno por su gestión, y decidió esperar unos días para comprobar cómo evolucionaban los acontecimientos. Algo más de una semana después, a la vista de que el Gobierno sigue de vacaciones y la gravedad de la crisis se mantiene en toda Europa, el PP ha pasado al ataque con la petición de un debate urgente en el Pleno. Antes tendrá que convocarse la Diputación Permanente, algo que corresponde a su presidente, José Bono, por iniciativa propia, o a petición de dos grupos o un quinto de sus miembros.

Desde el Gobierno, su portavoz y ministro de Fomento, José Blanco , aseguró, en declaraciones a Ep, que «evaluará» la petición realizada por el PP . El ministro precisó que el Gobierno pide calma y tranquilidad, porque «está actuando en todos los frentes, en la coordinación europea y en la respuesta conjunta». Así, recordó que en los consejos de ministros del 19 y 26 de agosto se aprobarán nuevas medidas contra la crisis. El PSOE trató, además, de contraatacar preguntando si Rajoy está «congelado», en referencia a una entrevista que el presidente del PP hizo en Sanxenxo (Pontevedra), y que se está haciendo pública por entregas. Rajoy descansa estos días en Galicia, aunque ha estado «yendo y viniendo» entre Sanxenxo y Madrid, según Génova.

Mientras, la vicepresidenta segunda reapareció ayer súbitamente en una entrevista en RNE. «De inactividad, nada» , respondió al PP ante sus críticas. «El Gobierno está actuando y lo está anunciando», aseguró. Salgado explicó, además, respecto a la inestabilidad financiera, que el «foco no está en este momento puesto en España». Más optimista fue el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, quien aconsejó no preocuparse «mucho» porque todo es «una tormenta de verano».