Bajan el fracaso y al absentismo escolar

Así, mientras en el año lectivo 2007-2008 el porcentaje de alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria que faltaban con asiduidad a clase se situó en el 1,59; en el siguiente curso bajó hasta el 1,34 y en el periodo 2009-2010 se situó en el 1,25 por ciento.

En el caso del fracaso, los avances dados por el sistema educativo de Castilla y León son algo mayores. En casi un punto logra reducirse esta «lacra» del sistema curso a curso desde el 2005-2006. A falta de conocer los datos de acuerdo a este informe de los dos últimos periodos lectivos, la marca de Castilla y León se situó en 2008-2009 en un índice del 17,7 por ciento de estudiantes que no logran aprobar sus estudios o abandonan antes de acabar. Supone estar ya cerca de la media europea. De hecho, según los cálculos de la Consejería de Educación, ya ha logrado situarse en el 15 por ciento, aunque ahora el objetivo de la Junta es rebajarlo hasta el 10 por ciento, según anunció el consejero del ramo, Juan José Mateos, en su comparecencia hace unos días en las Cortes para explicar su programa de legislatura. Paralelamente, este mismo año se aprobará un Plan para reducir la tasa de abandono escolar temprano hacia valores cercanos al 15 por ciento (en la actualidad 27 por ciento) y que entrará en vigor el próximo curso 2011-2012.

El último informe del Consejo Escolar apunta que el 82,30 por ciento de los 88.306 alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), es decir 72.671, lograron pasar de curso u obtuvieron el título de graduado en ESO. Eso sí, aún se necesita mejorar en el promedio de estudiantes de Secundaria que logran «pasar limpios» de curso. Y es que, con diferencias apenas perceptibles entre los cuatro niveles que hay en esta etapa, sólo poco más de la mitad lo hicieron con todas las asignaturas aprobadas, mientras que casi tres de cada diez se quedaron con alguna materia pendiente.

Algo parecido ocurrió en Bachillerato, aunque en este nivel el porcentaje de los que no lograron completar los estudios iniciados es superior. En 2008-2009, casi una cuarta parte fracasó. El dato supone una rebaja de dos puntos en tres cursos, aunque la principal mejoría se experimentó entre el último periodo analizado y 2007-2008, justo cuando se puso en marcha el Programa para la Mejora del Éxito Escolar. De los que sí lograron pasar, casi el 60 por ciento había aprobado todas las asignaturas y a cerca del 16 le quedó alguna.

Además, el informe analiza las diferencias en este sentido entre el Bachillerato de Artes, donde el 47,47 por ciento de los alumnos matriculados no logró superar todas las asignaturas, y el de Humanidades y Ciencias Sociales, en el que un 32,71 suspendió alguna.

Otro capítulo escribe el absentismo escolar. También mejora, pero a un menor ritmo. En tres cursos ha pasado del 1,59 por ciento al 1,25 el porcentaje de alumnos matriculados en la etapa obligatoria que no asisten a clase de manera permanente y prolongada bien porque el propio escolar no quiera ir, por enfermedad, traslado o dejación de responsabilidades de la familia en la obligación de escolarizar. Pero, sobre todo, el informe revela diferencias más que significativas entre las diferentes etapas.

A medida que sube el nivel se incrementa también el índice de alumnos que faltan a clase. Así, la tasa de absentismo en Secundaria casi duplica a la que se registra en Primaria y triplica a la de Infantil. Si en los cursos superiores, el absentismo afectó en el curso 2009-10 al 1,93 por ciento de los alumnos; en Primaria, al 1,06 y en Infantil, al 0,65. En todos los grados, la tasa ha ido bajando paulatinamente con el paso del tiempo, pues, por ejemplo, en el curso 2007-2008, el 2,5 por ciento de los estudiantes de Secundaria no acudían de forma habitual al instituto, tampoco lo hacían el 1,30 de los matriculados en Primaria y el 0,81 de los más pequeños también tenían ausencias prolongadas.

Por provincias, en el cómputo global de etapas, mientras Segovia, con porcentajes superiores al 2,4 por ciento, se situó a la cabeza en los cursos 2007-2008 y 2008-2009, según el último estudio, fue Burgos la que registró peores resultados (1,93) y la única que empeoró la nota respecto al periodo lectivo anterior (1,84). A la provincia burgalesa le siguieron en el curso 2009-2010, Valladolid, con un porcentaje del 1,77 por ciento y Segovia (1,74).

En general, todas las provincias han ido presentando cifras similares en los tres cursos, aunque con tendencia a mejorar los resultados. Según el último informe del Consejo Escolar, la mejor nota la obtiene Palencia, donde sólo el 0,56 por ciento de los alumnos faltan de manera reiterada a sus centros.

En el caso sólo de Secundaria, el último informe sitúa también a Burgos y Valladolid como las provincias con más porcentaje de absentismo escolar, con tasa del 3,10 y el 2,79 por ciento, respectivamente. Cerca de ellas se situó Segovia, con un 2,20 por ciento. La mejor parada, Soria: 0,85. Por lo que se refiere a Primaria, de nuevo Burgos, Valladolid y Segovia encabezan el ránking de los peores datos, a más de un punto de diferencia de Soria, Palencia y Zamora. El esquema prácticamente se repite en Infantil, donde de nuevo las tres misma provincias son las que presentan índices más elevados de estudiantes que acumulan faltas de asistencia. En el polo opuesto, León, Ávila y Zamora.