Pilar Ordovás: «Con mi galería quiero aportar algo al panorama internacional»

Esta madrileña nacida en 1972 afronta con mucha ilusión un gran reto: la apertura de su propia galería. Es Pilar Ordovás, y lo hace en Londres, uno de los centros más potentes del mercado del arte . Reside allí desde hace tiempo. A sus 39 años, ya tiene una gran experiencia en la capital británica: durante trece años trabajó en Christie's (fue directora internacional y vicepresidenta de Arte Europeo de Posguerra y Contemporáneo) y durante un par de años fue una de las directoras de la todopoderosa Gagosian Gallery. En junio abrió sus puertas su galería, Ordovás, y en otoño tendrá lugar la exposición inaugural. Aún es un secreto el artista elegido. Se halla en el 25 de Savile Row, una zona tradicional de sastres, donde comenzó gente como Alexander McQueen, y hoy foco del arte contemporáneo. Encargó el diseño de los 223 metros cuadrados de la galería al arquitecto Thomas Croft: «Estoy feliz con el resultado. Ha entendido perfectamente lo que quería ». Explica Ordovás que ha optado por un modelo habitual en Nueva York, pero no en Londres: «Voy a combinar un programa de exposiciones históricas al más alto nivel con la asesoría y consultoría de arte de una manera muy privada. Hay galerías fantásticas que representan perfectamente el arte primario, pero queda mucho por hacer en el mercado secundario». No representará a artistas vivos.

¿Los magnates como Abramovich han favorecido o perjudicado al sector? «Que haya más atención de un público mayor por el arte no creo que haya perjudicado. Quizá hayan conseguido que la gente vaya a museos. Decir que un mercado se ha formado por una o dos personas es irreal». Su experiencia en la Gagosian Gallery, dice, «fue increíble. Poder trabajar con sus artistas fue fantástico. Además, me permitió dedicar más tiempo a los coleccionistas». Larry Gagosian fue elegido el hombre más influyente del mundo del arte por ArtReview. ¿Cómo fue trabajar con él? «Un absoluto placer. Me dio una plataforma fantástica para poder trabajar y absoluta libertad. Gracias a él estoy dando este paso. He pasado dos años muy buenos y espero seguir haciendo cosas con él».

No le asusta la feroz competencia que hay entre las galerías londinenses: «Siempre es buena. Cuantos más, bienvenidos sean». Sorprende que, con la que está cayendo, haya emprendedores como Pilar Ordovás que se atrevan a embarcarse en un proyecto de esta envergadura. «Es algo que siempre he querido hacer. Tengo muchísima ilusión y muchas ganas de trabajar, de aportar algo nuevo al panorama no solo británico sino internacional». Cree que la crisis se nota aún mucho en España: «Hay muchos coleccionistas, fantásticos museos y es cuestión de constancia». En el futuro le gustaría acudir a ferias, pero quiere ir poco a poco: «Me encantaría ir a ARCO. Soy española y quiero apoyar el mercado español lo más que pueda» .