SGAE, la última batalla

Si lo ratifican ya está anunciado que los editores no tragarán. Quieren ver a Teddy apartado del poder, debido a la imputación en los graves delitos que investiga la Audiencia Nacional, y si los autores deciden mantenerlo en su puesto, los editores abandonarán la junta, tal y como confirmó Álvaro de Torres, su representante, a ABC.

¿Y los autores? De ahí las llamadas sin fin. Pocos ya soportan la situación en la que Bautista ha puesto a la entidad. Si los editores se van, con ellos se marchará un buen puñado de autores, quizá varios miembros de la junta. ¿Qué votará Víctor Manuel? Se oyen muchos nombres…

Aunque Teddy ganase la votación, sería una victoria pírrica. Además, solo si el voto es secreto se sabrá el verdadero sentimiento de la junta. A mano alzada pocos autores se atreverán a enfrentarse a Bautista, a deponerle sosteniendo su mirada enrocada.

Si permanece, la SGAE se desmembrará y no hay que olvidar que la ministra de Cultura advirtió solapadamente sobre este hecho con dos mensajes que superpuestos cobran una gran fuerza: 1.«Teddy debe dimitir». 2. «Cultura solo puede retirar la licencia a una entidad u otorgarle la licencia a una entidad». ¿Llevará Teddy a la SGAE al extremo de comprobar la determinación de la ministra al aplicar ambos?

Los autores, las víctimas, son quienes tienen en sus manos el futuro. El jueves pasado hicieron público un manifiesto que suscribió un centenar. Exigen cambios, una refundación. Piden una asamblea extraordinaria para dialogar sobre la salida a esta crisis brutal en la entidad con peor imagen de España. Y que la SGAE explique bien su cometido, cambie de «cultura», que se ponga al día.

También reivindican la creación de una comisión rectora unitaria compuesta por tres miembros de cada una de las candidaturas que se presentaron a las elecciones del pasado 30 de junio más cinco miembros independientes. Es decir, la anulación de las elecciones, la impugnación de la junta directiva que el martes quiere tomar el poder después de haber hecho trampas, presuntamente, como explicó el juez Ruz en su auto.

En definitiva, ese manifiesto pide, tras el escándalo, los puntos principales que ya reivindicaba para una regeneración cabal la candidatura de José Miguel Fernández-Sastrón (De Otra Manera, DOM). DOM obtuvo el 43% de los sufragios aunque por el peculiar sistema electoral de SGAE no ha sacado ni un solo representante.

Sin embargo, aún es posible otra gran sorpresa. DOM se ha personado en el caso y exige la anulación de las elecciones debido a la supuesta conspiración entre Teddy y la candidatura oficialista CPAC, de Caco Senante, con Neri para impedir el relevo. Sastrón ha pedido medidas cautelares, que podrían traducirse hoy mismo en la anulación del resultado. ¿Y entonces, qué junta se reúne el martes?

Analistas independientes consultados por ABC coinciden en señalar dos puntos principales: La continuidad de Bautista pone a la SGAE en riesgo de derrumbe y cualquier solución de futuro pasa por contar con quienes trataron de cambiar las cosas legal y electoralmente. Es decir, que todo el empeño de los últimos diez días por crear una comisión rectora desde la candidatura ganadora, sin apartar del poder a Bautista, está condenado al fracaso, aunque la idea triunfe con sus votos. La posibilidad de ver a Teddy y su equipo trabajando «a disposición» de la comisión rectora, «ratificados» por quienes según el auto hicieron lo posible por torcer a su favor el resultado de las urnas utilizando los servicios de Neri (como han registrado las escuchas) es tal esperpento que daría el golpe de gracia a la SGAE y a la gestión de derechos de autor en España. Por eso las otras entidades de gestión se apartan hoy de Teddy como de la peste.