CALATAYUD
De antigua harinera a comisaría de Policía
El edificio de la histórica fábrica bilbilitana "La Merced" se perfila como nueva sede para el Cuerpo Nacional de Policía
ROBERTO PÉREZ
Técnicos del Ministerio del Interior estudian ya la propuesta del Ayuntamiento de Calatayud de rehabilitar el edificio de la antigua harinera de «La Merced» para convertirla en nueva Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de esta ciudad. La propuesta ya es firme y ahora se ... está a la espera de que Interior conteste.
El Ayuntamiento es el propietario del viejo edificio, ejemplo de la arquitectura industrial de principios del siglo pasado. Una sólida construcción, de estructuras bien conservadas, que conserva las singularidades de aquellas construcciones: grandes plantas diáfanas, suelos de madera, columnas de hierro fundido... Hace décadas que dejó de ser utilizada como harinera. Durante buena parte del siglo XX funcionó como fábrica de harinas, perteneciente a una empresa familiar catalana. Después quedó en desuso y al final ha acabado siendo propiedad del Ayuntamiento, fruto del planeamiento urbanístico que se ha ido desarrollando para reordenar y edificar esos suelos situados a las afueras de Calatayud. La parcela está entre el río Jalón y la Academia de Logística del Ejército, en uno de los accesos principales al casco urbano.
El Consistorio cree que el edificio es idóneo para convertirlo en nueva comisaría, tanto por las posibilidades que ofrece el inmueble para su rehabilitación como por el lugar en el que está enclavado. El Ministerio del Interior, por su parte, hace años que reconoció la necesidad de construir una nueva comisaría que sustituya a la que se viene utilizando desde hace unos cincuenta años, situada en el centro de la ciudad. Se necesita una sede más operativa.
Antecedentes
Hace cuatro años se anunció que empezaban los estudios para construir la nueva comisaría, pero aún no ha salido adelante el proyecto. El acuerdo alcanzado en aquel momento entre el Ayuntamiento y la Delegación del Gobierno en Aragón obligaba al Consistorio a aportar el lugar donde levantar las nuevas instalaciones, mientras que el coste de las obras corría a cargo del Ministerio. El problema fue el lugar elegido inicialmente. El Ayuntamiento propuso una parcela en la zona de Margarita, junto a la estación de autobuses, pero los técnicos policiales la descartaron finalmente por no considerarla idónea.
El nuevo gobierno municipal del PP, que tomó posesión hace menos de un mes, ha decidido retomar este asunto, agilizar los trámites para solventarlo, y se ha inclinado por ofrecer un nuevo espacio para la comisaría: la antigua harinera. El pasado martes, técnicos de la Jefatura Superior de Policía de Zaragoza se desplazaron a Calatayud para conocer sobre el terreno el edificio y evaluar sus posibilidades. Mientras tanto, en las últimas semanas el departamento municipal de Urbanismo había hecho ya unos estudios de viabilidad en los que se confirma que es factible reconvertir la antigua harinera en comisaría.
Según ha explicado a ABC la responsable bilbilitana de Urbanismo, Mercedes Sarrate, ahora son los técnicos del Cuerpo Nacional de Policía los que deben decir qué piensan al respecto. Las sensaciones, de antemano, dan lugar al optimismo.
«Amplias posibilidades»
«Los técnicos municipales han comprobado que es un edificio muy sólido, que está muy buen de estructuras y cuyos espacios tienen amplias posibilidades», destaca Sarrate. La propuesta que plantea el Ayuntamiento conseguiría varios objetivos a la vez: recuperar para la ciudad un edificio de interés, emblemático de la historia industrial de Calatayud; darle un uso a esta pieza del patrimonio municipal; y resolver la necesidad que tiene el Ministerio de construir una nueva sede para su comisaría bilbilitana, más operativa que la actual.
El estudio preliminar que ha hecho el departamento municipal de Urbanismo incluso ha realizado un primer cálculo —de forma estimativa— de lo que costarían las obras: 2,6 millones de euros. Es una cifra orientativa. El presupuesto final dependería del diseño de obras que se realizara, del alcance del proyecto y de un cálculo más detallado. Las posibilidades que ofrece el edificio son evidentes, tanto por su ubicación como por su espacio. Tiene tres plantas y un semisótano, cada una con 350 metros cuadrados. El inmueble suma un total de 1.500 metros cuadrados útiles, 1.200 de ellos superficie útil.
La primera incógnita que queda ahora es si el Ministerio del Interior aceptará la propuesta que ha hecho el Ayuntamiento. Si da el visto bueno a reconvertir la antigua harinera en comisaría, la segunda duda que existe es el presupuesto disponible para las obras. Según las disponibilidades económicas del Ministerio, el edificio se habilitará como Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía y también como Comisaría de la Policía Local —tal y como se había previsto hace cuatro años—. De lo contrario, solo se construiría allí la comisaría del Ministerio del Interior. Todo dependerá del dinero disponible, porque el Ayuntamiento, que atraviesa una situación económica crítica, hoy por hoy no tiene capacidad para invertir. Su aportación, por tanto, se limitaría exclusivamente a la cesión del edificio.
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