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CLAVE DE LA CRISIS EN RTVE

Recortes al grupo de Roures, que facturó 80 millones en dos años

Un informe elaborado en 2009 por el sindicato USO cifró en 80 millones de euros los ingresos del Grupo Imagina procedentes de RTVE

J. F. ALONSO

El 15 de junio, el Consejo de Administración de RTVE decidió no renovar el programa «España directo», producido por Mediapro, una de las empresas de Jaume Roures (Público, La Sexta...). El cierre de este espacio, que costaba unos 14 millones de euros al año, afectó también a La Mañana de la 1, en cuya realización técnica intervenía Overon, otra empresa —como Mediapro— del Grupo Imagina. La caída de las piezas de Roures en RTVE contrasta con los años de generosidad con este grupo por parte del organismo público.

Un informe elaborado en 2009 por el sindicato USO cifró en 80 millones de euros los ingresos del Grupo Imagina procedentes de RTVE, correspondientes a dos ejercicios. La tarta se dividía así: Mediaproducción, 41,7 millones; Globomedia, 21,3; Terrat, 11,8; Overon, 4,5 y Ovideo, 98.000 euros... En total, 79.588.172,24 euros. Fuentes del sindicato creen que el reparto del dinero en producción ajena ha sido similar hasta ahora, cuando Mediapro ha empezado a perder su influencia.

En 2009, Mediapro producía el 46,5 por ciento de los minutos de La 1 de lunes a viernes, excluido el «prime time», lo que da idea del dinero y tiempo puesto en manos de las productoras de Roures, uno de los empresarios predilectos de Rodríguez Zapatero, al menos en su primera etapa. Según fuentes sindicales, alguien habría decidido ahora «quitarse de en medio a Roures», y sus incontables contratos con la cadena pública, desde programas hasta unidades móviles.

A partir del 15 de junio, se suceden los acontecimientos. En una maniobra que fuentes conocedoras del caso califican de «inexplicable desde el punto de vista moral», Oliart adjudica el contrato de cobertura técnica de «La Mañana de La 1» a Telefónica Broadcast Service (TBS), cuyo administrador único es su hijo, Pablo Oliart. Unas horas después, cuando se hace pública la relación, dimite.

La conexión entre el esplendor de Mediapro con Luis Fernández y Alberto Oliart, la cancelación de los contratos y el «desliz» de sustituir a Overon por su hijo forman un triángulo cosido con dinero y dudas.

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