Malos tiempos para la risa

A partir del 10 de junio podremos ver «The Colbert Report» en Canal + Xtra. Es el programa satírico de Stephen Colbert y su personaje de republicano pasado de vueltas nacido en «The Daily Show». Al paso que llevamos en España, solo va a ser posible disfrutar de espacios de humor en cadenas de pago. Se trata de una especie en extinción. A las defunciones (y traslados) recientes se acaba de unir «Palomitas», cuya emisión Telecinco ha congelado hasta el verano después de tres entregas de audiencia decreciente (9,9 por ciento de cuota de pantalla el primero; 9,3, el segundo, y 7,4, el martes pasado). El espacio heredero de «Homo Zapping» tiene sus hallazgos, como Bob Spoiler y la parodia de «Física o Química» (o McGyver secuestrado por una familia para que le montara los muebles de «una konocida marka sueka»), pero los espectadores no han apoyado del todo el programa de El Terrat, y la cadena de Mediaset se guarda lo ya grabado para el verano.

También es verdad que Telecinco tiene las risas repartidas por toda su programación. Quizá no le funcione el humor concentrado. Tienen «Sálvame», que a la tónica de sainete general añade una humorista como segunda presentadora o (lo último) una corresponsal política de 1,20 centímetros que se viste como un dibujo animado. Tienen «Supervivientes», que aunque ha alcanzado un estratosférico 40 por ciento de «share» con la llamada de la Pantoja a su hijo, gasta aires de «slapstick comedy». Telecinco también está detrás de la desaparición («por divergencias económicas») de «El hormiguero» y «Tonterías, las justas», ambas en Cuatro. La guardería de Pablo Motos, el programa de niños para gente mayor, ha conseguido plaza en Antena 3, probablemente en Neox, donde se estrenó «Museo Coconut».

Por lo que respeta a La Sexta, dio punto a «Sé lo que hicisteis». Ni que decir que la sombra de Telecinco también está detrás. «Sé lo que hicisteis» ha languidecido, además de por el lógico desgaste, porque ya no tenía las imágenes de Telecinco que fueron el combustible de su sátira.

El caso de «Buenafuente» es distinto porque Andreu decide por sí mismo, que para eso es jefe. Su «late night», que ha creado personajes y ha dado la oportunidad de destacar a Berto Romero o a la gran Ana Morgade, acaba el 14 de julio. Pero Buenafuente (y El Terrat) se quedan y saldrán con algo. «Me fui al despacho del presidente de La Sexta y le dije lo que una becaria a Berlusconi a las cinco de la mañana: Presidente, necesito un descanso». Así anunció el fin de ciclo. «Volveremos pero necesitamos un descanso». Y se comió un yogur. Porque cada noche va a hacer algo que nunca haya hecho en la tele. De momento, el único programa que no se ha tragado el túnel de la risa es «El intermedio», también en La Sexta. Queda Wyoming, que ya no tendrá a Buenafuente de saco de boxeo amigo y que ha retomado su personaje conservador, muy en a línea del de Stephen Colbert. En TV3, quedan «Polònia» y «Crackòvia». En ETB2, «Vaya semanita». Y en La Sexta, «Con H de Eva», que se estrenó con Zapatero (un 8,1 por ciento), dejó de emitirse dos semanas y ayer volvió.

En Estados Unidos, «Saturday Night Live» lleva en antena desde 1975, longevidad que aquí sólo iguala (y supera) «Informe semanal», en sus pantallas desde el 73. Pero los espacios de humor parecen llevar algún componente de marca Acme. Este programa se autodestruirá en cinco, cuatro, tres…