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ABC Cultural

Reportaje | TOROS

El samurái del toreo

El hombre que forjó a José Tomás lee el ‘bushido’, el código de honor de los guerreros japoneses, rodeado de asnos y gallinas

FRANCISCO APAOLAZA

El país de las maravillas de Alicia queda entre Sevilla y Mérida, en la sierra de Aracena. Entre la espesura verde de encinas y jaras, el Castillo de las Guardas, y más allá, una pedanía: La Alcornocosa. Pasado el pueblo, tres perros en la cuneta ... y una casa en obras en la que hay casi de todo: ovejas escapistas, hermosas gallinas, gansos con mala leche, un burro grande, otro chico, dos potrancas alazanas, un erizo blanco que duerme debajo de una teja, un loro que habla por teléfono y un enano torero que te adivina la muerte. Solo en ese universo improbable podría habitar una personalidad tan críptica y a la vez tan clara, tan original, tan lógica, tan loca y tan cuerda como la de Antonio Corbacho (Madrid, 1951). Solamente en esa escena de realismo mágico aparece el personaje, con su naturalidad y su bañador rojo, flotando sonriente en una piscina de la que beben los vencejos sin posarse, mientras habla de samuráis y pases de pecho.

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