Hazte premium Hazte premium

Siete años casados y una nueva vida

En el séptimo aniversario de su boda, Don Felipe y Doña Letizia asumen funciones cada vez más importantes por deseo del Rey

ALMUDENA MARTÍNEZ-FORNÉS

Sin prisa, pero preparados para asumir la Corona cuando lo diga el destino. Así es como afrontan los Príncipes de Asturias el séptimo aniversario de su boda , que se cumple mañana. Atrás quedan siete años en los que Don Felipe ha ido asumiendo progresivamente una mayor responsabilidad por deseo del Rey , que quiere que la situación se aborde con naturalidad y previsibilidad.

A su lado, Doña Letizia ha ido aprendiendo sobre la marcha el difícil oficio de Princesa , sin manual, pero con el ejemplo cotidiano de la Reina. Todo ello, bajo una enorme presión mediática , agigantada por la curiosidad que suscita todo lo que afecta a Doña Letizia, tanto en España como en el exterior. Un interés mayor aún que el que suscitan otras Princesas europeas.

En Zarzuela afirman que el Príncipe está preparado para reinar en cualquier momento. Lo cierto es que Don Felipe reúne la madurez de sus 43 años , el bagaje de una formación diseñada a su medida y la experiencia adquirida en los 25 años que han transcurrido desde que juró la Constitución. Además, en los últimos meses su actividad ha ido ganando peso y sus mensajes, profundidad, sobre todo los que pronuncia en el seno de las dos fundaciones que preside: Príncipe de Asturias y Príncipe de Girona.

Audiencias militares

Su agenda es parecida a la de años anteriores, pero en ella aparecen algunos actos que, hasta ahora, correspondían sólo al Rey. Por ejemplo, Don Felipe ha empezado a conceder audiencias militares , algo que hasta ahora sólo hacía Don Juan Carlos. El Heredero de la Corona también fue el encargado de pronunciar las palabras de bienvenida al Papa Benedicto XVI en su última visita a España, función que hasta ahora sólo había desarrollado el Monarca.

Contactos al máximo nivel

En el último año, los Príncipes han presidido, por primera vez, dos recepciones oficiales en el Palacio Real : la primera, por encargo del Rey, a los 16 jefes de Estado y 14 de Gobierno que asistieron a la Cumbre UE-América Latina. Y, la segunda, como anfitriones del Príncipe de Gales y la Duquesa de Cornualles. Además, en su reciente viaje a Oriente Próximo, el Príncipe mantuvo contactos al máximo nivel con los presidentes de Israel y de la Autoridad Nacional Palestina, y con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Pero no fueron encuentros protocolarios superficiales; con Netanyahu estuvo conversando hora y media.

En todas estas ocasiones en las que los Príncipes han realizado funciones con más peso de las que venían realizando, Don Felipe y Doña Letizia han querido marcar su diferencia, sobre todo con el sutil lenguaje del protocolo, para dejar claro que ellos no son Reyes.

Desde la Casa del Rey afirman que no hay ninguna aceleración del proceso de relevo , pero dicen que Don Felipe va a mantener su velocidad de crucero para llegar a ese momento en las mejores condiciones.

Doña Letizia

También Doña Letizia afronta este aniversario en unas condiciones distintas a los anteriores. Después de años de sobreexposición mediática, a su pesar, el foco de la atención está empezando a regresar al Heredero , a medida que los mensajes, viajes y actos de Don Felipe han ido ganando peso y profundidad.

Además, la Princesa procura desde hace tiempo reducir la curiosidad que suscita , mediante la repetición de modelos, la creación de una imagen más neutra y la elección de unos escenarios poco atractivos para la prensa. Ahora, ya son menos las ocasiones en las que la imagen de Doña Letizia acaba eclipsando la actividad del Príncipe en la prensa general, pero la Princesa sigue siendo una de las protagonistas preferidas de las portadas de la prensa del corazón, española e internacional.

Si a los Príncipes se les preguntara qué es lo más importante que les ha pasado en estos siete años, ambos responderían que el nacimiento de sus dos hijas , las Infantas Leonor, de cinco años, y Sofía, de cuatro. «Dos bendiciones del Cielo», dice Doña Letizia . En su caso, a la alegría personal de ser padres se sumó el hecho de que con la llegada al mundo de las dos niñas quedaba garantizada la continuidad de la Dinastía. A Don Felipe y Doña Letizia les cambió la vida tras el nacimiento de sus hijas. Desde el primer momento dejaron claro que, siempre que las circunstancias se lo permitieran, serían ellos quienes se ocuparían personalmente de las niñas y que sólo recurrirían a cuidadoras cuando ellos no pudieran hacerlo.

Ambiente de normalidad

Los Príncipes tratan de buscar el equilibro entre la condición de Infantas de sus hijas y la necesidad de que las niñas se desarrollen en un ambiente de normalidad. Su deseo es que las niñas lleven una vida lo más normal posible, sin privilegios y sin exclusiones; que hagan exactamente lo mismo que sus compañeros de colegio y los demás niños de su edad . Pero no solamente por el bien de sus hijas, también están convencidos de que los españoles preferirán en el futuro a una Reina que haya sido educada en esas condiciones. Además quieren que estén presentes en los grandes acontecimientos, como fue la victoria de la Selección Española en el Mundial de Fútbol.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación