El enigmático río sin fondo neozelandés

Gracias a las redes sociales, cada día contamos con más información sobre el universo que nos rodea: observadores astronómicos que revelan sus hallazgos en tiempo real, sondas espaciales que nos traen las más bellas imágenes de nuestra galaxia, sesudas investigaciones que arrojan luz sobre nuestros orígenes... Sin ir más lejos, la NASA presentaba hace unos meses el mapa lunar más detallado de cuantos conocemos hasta la fecha, un mosaico compuesto por más de dos mil millones de imágenes tomadas por el LRO - Lunar Reconnaissance Orbiter -.

Pero en el esfuerzo del hombre por conocer su entorno no todo son conquistas y parabienes, también hay grandes batallas aún no libradas. Así, al tiempo que crece significativamente la información disponible sobre el exterior, hay zonas de nuestro planeta que continúan inexploradas ; y todos los años son descubiertas nuevas especies animales, de las que a menudo damos noticia desde este espacio. Lagunas de conocimiento; o mares, o ríos, como el que hoy nos ocupa, al sur de Nueva Zelanda.

El blog Omicrono se hace eco de la investigación que está llevando a cabo un grupo de científicos de National Geographic para desvelar el origen de un curioso río neozelandés que emerge de una cueva situada bajo una montaña; probablemente, la cueva de agua dulce más profunda del planeta . Una operación tan compleja que les obligará a batir el récord de descenso submarino en agua dulce, algo que de momento no han logrado; en parte, a causa de las bajas temperaturas que registra el agua a dichas profundidades.

Tras el primer intento fallido, el equipo se dispone a intentar nuevamente desentrañar el origen del río el próximo año. El misterio sigue en pie. Hasta su resolución, tendremos que conformarnos con el 'making of' de esta gesta sideral librada bajo nuestros pies. Más allá: más acá. Acaso la misma cosa.