La precipitación del cambio climático en el océano Ártico, que incluye el deshielo de Groenlandia, podría elevar los niveles del mar de 0,9 a 1,6 metros para 2100, según publica un informe internacional.

Un incremento de tales características, por encima de las estimaciones científicas anteriores, se sumaría a las amenazas que ya experimentan las costas de todo el mundo, desde Bangladesh a Florida, así como las islas del Pacífico, situadas a nivel del mar, y ciudades como Londres o Shanghái. También elevaría, por ejemplo, los costos de construcción de barreras antimaremotos en Japón.

El calentamiento del Ártico se está produciendo al doble de velocidad de la tasa mundial.

«Los últimos seis años (hasta el 2010) han sido los más cálidos de los que se tiene constancia en el Ártico», según el Programa de Vigilancia y Valoración del Ártico (AMAP), con sede en Oslo, que está respaldado por el Consejo del Ártico formado por ocho naciones.

La proyección se ha realizado en relación a los niveles de 1990. «Los glaciares del Ártico, los casquetes polares y la capa de hielo de Groenlandia suponen alrededor del 40% del incremento del nivel mundial del mar, de alrededor de 3 milímetros al año, observado entre el 2003 y 2008», asegura AMAP.

Los ministros de Relaciones Exteriores de los países del Consejo del Ártico -Estados Unidos, Rusia, Canadá, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Noruega e Islandia- se reunirán en Groenlandia el 12 de mayo.

Preocupante

El Comité Intergubernamental de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (IPCC) manifestó (en su último gran informe de 2007) que los niveles mundiales del mar subirían entre 18 y 59 centímetros hasta 2100. Esos números no incluyeron una posible aceleración del calentamiento en las regiones polares. «Es preocupante que la ciencia más reciente apunte a un incremento en el nivel del mar mucho mayor de lo esperado hasta ahora», manifesta la comisaria europea del Clima, Connie Hedegaard.

El estudio del AMAP, elaborado por cientos de expertos, señala que el océano Ártico podría quedarse sin hielo durante los veranos dentro de 30 ó 40 años, antes de lo previsto por el IPCC.

Conforme disminuya el hielo y la nieve reflectantes, quedarán expuestas mayores áreas de agua o tierra más oscura. Las regiones oscuras absorben incluso más calor del sol, lo que aceleraría el derretimiento del resto del hielo y la nieve. «Hay evidencias de que los dos componentes de la criosfera del Ártico -nieve y hielo marino- están interactuando con el clima para acelerar el cambio climático», explica AMAP.