El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) vuelve a enmendarle la plana a la Consejería de Salud. Una sentencia dictada por el alto tribunal el pasado 18 de abril declara ilegal y no ajustado a la norma el nombramiento, por medio del sistema de libre designación y en 2009, de Marisol de Cristino Espinar como directora de la Unidad de Gestión Clínica de Cuidados Críticos y Urgencias, que se reparte entre los centros de la Avenida de América y el Sector Sur. La decisión del TSJA tiene relevancia por dos motivos.
El primero porque es la segunda vez en menos de dos meses que obliga a la Administración sanitaria en Córdoba a reemplazar a un cargo de esta categoría, ya que en marzo se vio obligada a suplir a Román Fernández en el puesto de director de la Unidad de Gestión Clínica del centro de salud de Poniente.
En la estructura socialista
El segundo motivo, y tal vez el más llamativo, es que de nuevo la persona cuyo nombramiento deviene en nulo tiene estrechos vínculos con el PSOE. Porque Marisol de Cristino Espinar es la secretaria de Salud y Consumidores del PSOE cordobés, del que forma parte de su Ejecutiva Provincial. Román Fernández, el directivo cesado en marzo, también está integrado en la estructura socialista local, además de ser el cuñado del secretario general del PSOE en la provincia, Juan Pablo Durán, y aspirante a la Alcaldía. Fernández está casado con Inmaculada Durán, número cuatro de la candidatura socialista y en la actualidad presidenta de la empresa municipal de vivienda (Vimcorsa).
La decisión del TSJA acerca de De Cristino se produce después de que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) recurriese a esta instancia judicial para que se pronunciara acerca de una sentencia de un juzgado de Córdoba que consideraba ilegal el nombramiento de la directora de la Unidad de Gestión Clínica de Cuidados Intensivos y Urgencias. El Sindicato de Enfermería (Satse) fue quien, en diciembre de 2009, llevó a los tribunales el nombramiento de la directiva.
Satse recordó ayer que, «con fecha 10 de agosto de 2009, el director gerente de Distrito Córdoba, Luciano Barrios, convocó mediante el sistema de libre designación la cobertura del puesto de director de la Unidad de Gestión Clínica de Cuidados Críticos y Urgencias, con responsabilidad directa en los dos Dispositivos de Cuidados Críticos y Urgencias ubicados en la avenida América y Sector Sur». Dicha convocatoria fue impugnada por el sindicato por considerarla ilegal, y tras el rechazo de la impugnación administrativa por parte de la Dirección General de Personal del SAS, Satse presentó recurso judicial. Un juzgado de Córdoba le dio la razón el 26 de octubre de 2010 por considerar que «el sistema de libre designación no es el ajustado para el nombramiento del puesto de director de la Unidad de Gestión Clínica de Cuidados Críticos y Urgencias, pues dicho sistema queda reservado sólo para la cobertura de los puestos de director general, director regional de la provincia, secretaría de altos cargos y para aquellos puestos directivos de una especial responsabilidad, requisitos que no se dan con el nombramiento recurrido». Ahora, el TSJA anula el nombramiento de Marisol de Cristino y condena en costas a la Administración sanitaria.
Por otro lado, Satse recordó ayer que De Cristino fue designada coordinadora de Cuidados Críticos y Urgencias con anterioridad, en concreto en 2007, por el director de Distrito Córdoba, Luciano Barrios, y ello sin convocatoria pública y sin nombramiento. Ocupó ese puesto hasta agosto de 2009. Durante esos dos años —asegura Satse— «realizó unas evaluaciones a profesionales de enfermería, con repercusión en las retribuciones de éstos, que fueron llevadas a los tribunales y con fecha 28 de Junio de 2.010 y 26 de Octubre de 2.010 se obtuvieron sendas sentencias por las que se declararon ilegales y por tanto nulas las evaluaciones».
Satse confió ayer en que el SAS acate con rapidez la sentencia y cese a De Cristino, como hizo con Román Fernández. En caso contrario, el Sindicato de Enfermería, «solicitará a los tribunales la ejecución de la misma, así como los efectos que de ella se derivan, entre otros la nulidad del nombramiento, y por tanto el cese de la Directora de la Unidad de Gestión Clínica, así como la nulidad de todos los actos administrativos o decisiones con efectos a terceros que pudiese haber tomado en su puesto».
