«No queremos kenianos... siempre ganan»

Tras cuatro años de dominio keniata, los organizadores del maratón de Utrecht quisieron convertir la edición de 2011 en una "batalla de holandeses" . La solución pasaba por ofrecer una recompensa 100 veces mayor al ganador si corría en casa: 10.000 euros frente a los 100 a los que optaba un corredor extranjero.

Louran van Keulen, director del maratón, trataba de justificar su decisión antes de la salida. La organización no tenía capacidad legal para prohibir la salida a los atletas kenianos, pero sí podía introducir diferencias al cruzar la meta en un intento -según Van Keulen- de animar a los atletas locales. La medida también "ahuyentaba a los corredores extranjeros" , se encargó de recordar Tim Looten, responsable de un grupo contra el racismo.

David Okeyo, secretario de la Federación de Kenia, pidió a sus compatriotas que renunciaran a tomar parte en la prueba si no se modificaba la estructura de los premios. De todas formas, les iba a resultar difícil participar sin una invitación oficial , algo que la organización reservó a los atletas locales, según denunció un programa de la televisión holandesa.

A última hora intentó mediar Gert-Jan van Wijk , un empresario holandés que trabaja en Nairobi, capital de Kenia. Ofreció poner de su bolsillo los 9.900 euros de diferencia si el primero en cruzar la meta era un africano. Sin embargo, su anuncio llegó demasiado tarde para los que renunciaron a pedir el visado para viajar a Utrecht.

La polémica llegó hasta el Ayuntamiento de la ciudad -patrocinador durante años de la carrera- que decidió enviar el caso a un comité que juzgará si la medida es racista. "Se trata de un evento del que solemos estar orgullosos, pero ahora la situación es muy diferente con la imagen que se ha proyectado", argumentaba Rinda den Besten, concejala de deportes de la ciudad.

Finalmente, el atleta Michel Butter logró cruzar la meta en primera posición con una marca superior a las 2 horas y 17 minutos. Gracias a su pasaporte accedió a los 10.000 euros de premio que prometían los organizadores.

Así, la victoria local ha roto el dominio de los corredores de Kenia, que el año pasado se impusieron en los maratones de Rotterdam, Utrecht, Eindhoven, Enschede o Leiden. El 2011 había comenzado con idéntico dominio keniano gracias a la victoria en Rotterdam de Wilson Chebet o a la histórica marca de Geoffrey Mutai en Boston .

Esta forma de discriminación hacia los atletas kenianos contrasta con el Open de Kenia de golf, perteneciente al circuito European Challenge Tour, que jamás ha finalizado con victoria local. Por el contrario, hasta en tres ocasiones a lo largo de la historia el torneo se ha saldado con victoria holandesa.