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El hombre que corrió de París a Moscú en 13 días

La historia de Mensen Ernst, un legendario deportista del siglo XIX

El hombre que corrió de París a Moscú en 13 días bitacoras.com

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En "El baúl de Josete" , uno de esos interesantes blogs que recuperan curiosas anécdotas de la historia, encontramos el caso de Mensen Ernst , un noruego que durante el siglo XIX se hizo famoso en toda Europa por su increíble capacidad para recorrer grandes distancias a una velocidad endiablada.

La popularidad de Mensen comenzó a sus 20 años, cuando después de haber pasado un tiempos trabajando como marino, decidió poner los pies en la tierra y correr los 116 kilómetros que separan Londres de Portsmouth en tan sólo nueve horas. A partir de ahí "el águila del desierto" comenzaría a ganar dinero con apuestas tratando de conseguir el más difícil todavía.

Entre sus hazañas destacan sin duda la mítica travesía que inició el 11 de junio de 1832 en París y que le llevarían hasta Moscú en tan sólo trece días, dieciocho horas y cincuenta minutos. Hablamos de unos 2.600 kilómetros que el propio noruego hizo a pie, valiéndose de su sentido de la orientación. Muchos periódicos de la época, recogieron el record de Mensen que no acaba sino de empezar su legendaria historia...

Al año siguiente prometió a los reyes de Baviera, en Alemania, que llevaría un mensaje personal a su hijo que se encontraba a unos 2.000 kilómetros , en Nauplia (Grecia). Lo hizo en 24 días , 20 horas y 43 minutos y al parecer tuvo bastantes contratiempos al haber tenido que sortear en su camino, no sólo las dificultades del terreno, sino algunos problemas añadidos, como los ladrones y dos supuestos arrestos por espionaje.

Y "el hombre pequeño con las piernas más largas" -calificado así por la reina de Baviera- siguió cosechando éxitos durante los años siguientes: En 1836, corrió de Constantinopla a Calcuta -ida y vuelta- en una aventura de 59 días y a una media de 140 kilómetros diarios. Su último viaje se inició en Bad Muskau, pasando por Jerusalén y El Cairo , desde donde tenía la intención de correr a lo largo del Nilo hasta encontrar su fuente. Murió en enero de 1843 de disentería , cerca de la frontera entre Egipto y Sudán, donde fue enterrado pocos días después. Tal y como concluye el autor de la bitácora de la que recuperamos hoy este artículo, sorprendente hazaña, o leyenda premeditada, ahí queda la historia

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