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Un ex jefe de la mafia neoyorquina rompe la ley del silencio y lo cuenta todo

Joseph Massino pasa a la historia como el primer «don» de una de las cinco familias de la mafia neoyorquina que testifica para el gobierno contra otro ex jefe de su clan

Un ex jefe de la mafia neoyorquina rompe la ley del silencio y lo cuenta todo

NOELIA SASTRE

Joseph C. Massino fue durante mucho tiempo el jefe de la familia Bonanno. Hoy su nombre ha pasado a la historia por convertirse en el primer "don" de uno de los cinco clanes de la mafia neoyorquina que rompe la ley del silencio y testifica para el gobierno contra otro ex padrino de su clan.

Este martes, en un tribunal de Brooklyn, Massino contestó de la forma más directa posible a una pregunta a la que nunca antes un jefe de la mafia había respondido.

- "¿Qué poderes tenía?", le cuestionó el fiscal Taryn A. Merkl.

- "Asesinatos, responsabilidad por la familia, nombrar capitanes, cesar capitanes", respondió Massino desde la silla de los testigos, haciendo especial hincapié en los asesinatos y los capitanes (o capos, del italiano caporegime , líder de un grupo de "soldados" que reporta directamente al jefe).

Así empezó su testimonio Massino, de 68 años. Y así continuó durante casi cinco horas: catalogando sus crímenes, recordando asesinatos en el juicio contra Vincent Basciano, también ex jefe de los Bonanno. Una guerra entre dos hombres fuertes de la mafia librada en un tribunal.

Massino confesó al jurado cómo Basciano le habló de ordenar el asesinato de un socio de la familia, Randolph Pizzolo. Conversación que el primero grabó en secreto.

Esa declaración era la más buscada por el fiscal, ya que Basciano está acusado de matar a Pizzolo. Pero hubo otras quizá más jugosas que ayudaban a imaginar una nueva versión de "Muerte entre las flores".

El tipo explicó su filosofía para dirigir la mafia, sus puntos de vista y su trayectoria personal incluyendo, según publica The New York Times , constantes metáforas y referencias.

“Si necesitas que alguien mate a alguien, necesitas trabajadores, porque has de utilizar toda clase de carne para una buena salsa", dijo el hombre que en 2003 se presentó ante el juez asegurando que se dedicaba al catering, la restauración y el reparto de café. Fue su forma de explicar las dotes de asesino de Basciano.

Empezó su carrera criminal a los 12 años

Massino contó que empezó su carrera criminal a los 12 años, robando palomas mensajeras. A los 14 ya se había ido de casa. Consiguió llegar a Florida haciendo autostop, aunque en el camino lo arrestaron dos veces por "vago". En Miami trabajó de socorrista. Y en los 60, con poco más de 20 años (nació en 1943), ya había matado. También reconoció haber estado involucrado en una docena de asesinatos. Algunos ordenados por él, otros en los que participó durante sus 34 años en la familia Bonanno .

El don se presentó a sí mismo como un maestro de las relaciones tanto dentro de la familia como con otros clanes. Y subrayó cómo habló con los jefes de los Gambino (Paul Castellano) y los Colombo (Carmine Persico) en 1981, antes de tomar acciones contra tres importantes figuras de los Bonanno que actuaban contra él en una lucha por el control del negocio de la cerveza. Tras asegurarse el visto bueno para matarlos, Massino los disparó hasta la muerte en una emboscada.

«Sólo hablas mientras caminas»

También habló de los códigos que utilizaban para discutir los asesinatos o si alguno de sus lugares de reunión había sido pinchado. Y de los cambios que introdujo cuando lo nombraron jefe, con el objetivo de reducir la posibilidad de que miembros de su propia familia se incriminaran entre ellos. Así, Massino cerró todos los locales de la familia, argumentando que si se reunían allí el FBI lo tendría más fácil para actuar contra ellos. "Un solo agente podía vigilar el local, pero si lo cierras necesitarían a 50 agentes para vigilar a 50 personas”, apuntó.

Otro gran asunto para el capo era ser extremadamente cuidadoso a la hora de hablar de "negocios".

“Nunca hablas en un club, ni en un coche, ni por el móvil, ni por teléfono, ni en tu casa”, dejó claro Massino al jurado. Ellos sólo hablan mientras caminan.

El ex jefe mafioso empezó a cooperar con las autoridades tras ser condenado a cadena perpetua por siete asesinatos en 2004 . Massino iba a ir a juicio por un octavo homicidio por el que podría haber sido sentenciado a pena de muerte . Pero en 2005 se declaró culpable y el juez Nicholas G. Garaufis, que preside el juicio contra Basciano, lo condenó a dos penas consecutivas de prisión de por vida.

Ahora busca una reducción de condena testificando para el gobierno, aunque según reconoció ante el jurado, nadie le ha prometido nada. "Espero ver la luz al final del túnel" , concluyó quien un día fue el hombre más temido de la noche neoyorquina.

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