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El Banco de España reconoce que la reforma de las cajas se hizo tarde

Ordóñez lamenta que no se realizara la «bancarización» de las entidades durante los años de bonanza

El Banco de España reconoce que la reforma de las cajas se hizo tarde JAIME GARCÍA

MONCHO VELOSO

Miguel Ángel Fernández Ordóñez defendió ayer a capa y espada la metodología empleada en la reestructuración y la recapitalización del mapa bancario, hilos de los que pende el futuro de la economía española. El gobernador del Banco de España elogió las exigencias de provisiones impuestas a las entidades, la primera oleada de fusiones a cuenta del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y el nuevo real decreto que acelera la «bancarización» de las cajas de ahorros. Sólo reconoció un error de tiempos. «Lo que sí se ve con claridad ahora es que la reforma de la gobernanza de las cajas de ahorros y su sometimiento a la transparencia y disciplina del mercado se debería haber acometido antes», dijo.

«Seguramente estas reformas se deberían haber hecho durante los años de expansión», admitió durante su discurso de apertura del XVIII Encuentro del Sector Financiero, organizado por ABC, Deloitte, Sociedad de Tasación y SAP. Y concretó cuándo: «En los buenos tiempos y no en medio de la crisis; durante los años de expansión, cuanto todo parecía ir bien y se ignoraba los problemas que acabarían surgiendo».

Pero no fue un «mea culpa» en toda regla, como muchos de los asistentes creyeron oír. Luego, en los pasillos, esas frases se iban matizando. Fuentes del propio regulador aseguraron a este diario que con sus palabras, Ordóñez se había referido a los «legisladores» en general y no en exclusiva al Banco de España. Quizá, por lo tanto, a los gobiernos de turno del PP y del PSOE. «¿Culpables? Fundamentalmente las propias entidades», zanjó más tarde Miguel Martín, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB).

No a los rescates masivos

En todo caso, Ordóñez rechazó las críticas de quienes a lo largo de estos dos últimos años exigieron una reforma bancaria como ya estaban haciendo otros países. «Hubiera sido un error», dijo. Y explicó: «En ocasiones se sostiene que la inyección de capital en las cajas se ha hecho tarde y que España debía haber seguido el ejemplo de los países que inyectaron cantidades ingentes de dinero público en sus grandes bancos después de la crisis de Lehman Brothers. La tarea en España, afortunadamente, no era esa. Aquí lo inaplazable era obligar a reestructurarse y sanear las cajas , antes de recapitalizar». De haber actuado en ese sentido, dijo Ordóñez, «se habrían malgastado recursos públicos». «Los que pidieron inyecciones de dinero público muy al principio de la crisis se equivocaron», le apoyó Martín tras escuchar su intervención.

El gobernador, en su papel de Pepito Grillo del Gobierno, hizo además un repaso profuso al discurrir de la economía española y las reformas en marcha y pendientes. Aunque celebró que los mercados ya han percibido un «cambio», Ordóñez avisó de que las que ahora se están abordando llegan también tarde y de que la confianza de los mercados, dijo, «è mobile». Y como había hecho en ocasiones anteriores, volvió a exigir «reformas, reformas y reformas» para salir de la crisis y solventar los «desequilibrios acumulados durante diez años» de excesiva exposición al ladrillo y endeudamiento de familias y empresas. Y como también pidieron la mayoría de banqueros reunidos ayer en este encuentro financiero.

El empleo, prioritario

En concreto, el máximo responsable del Banco de España encomendó al Ejecutivo socialista y al resto de agentes sociales a profundizar y avanzar en la reducción del gasto público y las reformas laboral y de las pensiones, entre otras. «No bastará con que se diga que va en la buena dirección; en este asunto no sólo importa la dirección sino también el alcance de la reforma», advirtió.

El gobernador puso especial énfasis en la del mercado del trabajo, pidiendo que se liguen los salarios a la productividad, asemejando la normativa española a la de otras economías de nuestro entorno europeo. «Bastaría con que los empresarios de nuestro país pudieran, al igual que en otros países desarrollados, ofrecer empleos con salarios acordes con su productividad a esos millones de desempleados», propuso después de calificar de «obsoleto e ineficiente» el mercado laboral español.

Como fuere, Ordóñez reclamó «paciencia» con los resultados de esas reformas. De hecho, avisó de que la creación neta de empleo «tardará en ganar dinamismo», el grifo del crédito permanecerá todavía cerrado debido a la «escasa demanda solvente» y la recuperación económica no será «intensa» hasta la segunda mitad de 2012 y los años sucesivos. Por eso pronosticó, como tambien hicieron otros de sus compañeros de mesa ayer, un 2011 que «será todavía complicado para casi todos los agentes económicos y, en especial, para las entidades de crédito españolas».

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