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... Y con los Kennedy llegó el desengaño

Se estrena mañana en EE.UU. una polémica miniserie sobre las luces y las sombras de una dinastía mítica

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ANNA GRAU

Mañana se estrena en EE.UU. una miniserie de ocho capítulos que ha dado y dará que hablar a mucha más gente que a los críticos de televisión. Se titula «Los Kennedy» y recorre la historia de esta familia desde la campaña electoral que llevó a JFK a la presidencia en 1961 hasta el asesinato de su hermano Robert Kennedy en 1968. En medio hay multitud de «flashbacks» que ponen el acento en el patriarca de la dinastía, Joseph Kennedy, en su obsesión por el éxito de sus hijos y en cómo no escatimó en medios ni en falta de escrúpulos para hacerlo posible.

Desde que History Channel rechazó la serie, que no es ni pretende ser un documental sino una historia dramatizada, creció la polémica: ¿es «Los Kennedy» un libelo de derechas contra la familia de izquierdas más querida del país? Así lo afirman los aludidos, que acusan al guionista y director de tener un sesgo conservador y de odiarles. Por eso han presionado a cara descubierta para frenar su emisión, que finalmente verá la luz en un pequeño canal de televisión por cable.

Por supuesto hay otra versión: los Kennedy llevan años beneficiándose de una visión muy edulcorada de la saga, que curiosamente ha convivido con que sean del dominio público hechos como las conexiones con la mafia de Joseph Kennedy, la fea historia de Chappaquiddick o las múltiples infidelidades de JFK. Algunas de estas acciones, de producirse hoy, provocarían la automática caída en desgracia del político en cuestión.

A los Kennedy se les ha perdonado todo… hasta ahora. ¿Empieza a resquebrajarse tanta fascinación, tanta indulgencia? Las contradicciones entre el mito y la realidad son enormes y tampoco hacía falta rodar esta serie para descubrir muchas de ellas. Aunque por supuesto una cosa es leer un libro y otra ver una película.

Críticas feroces

A la espera del veredicto de las audiencias, de momento los críticos ya se han despachado a gusto. A juicio de la mayoría de ellos el mayor pecado de la serie no es ser más o menos fiel al Evangelio según los Kennedy; el problema es que es una serie mediocre.

Los protagonistas, Greg Kinnear y Katie Holmes, tienen poca química entre ellos y con sus respectivos personajes. Especialmente nadie se cree a la esposa de Tom Cruise jugando a ser Jackie. Los más piadosos escriben que los productores la eligieron por su parecido físico. Los menos opinan que aguantar a Holmes ocho horas interpretando este papel es más de lo que se le puede pedir a un crítico.

En España, Cuatro ha comprado los derechos de emisión de la serie, aunque aún no se conoce cuándo la pondrá en antena.

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