«¡Te voy a arrancar la cabeza!»

Insultos, amenazas, agresiones y una concejal herida. Todo eso hubo el jueves en el último y caldeado pleno del mandato que se celebraba en el municipio de Carabaña, de unos dos mil habitantes. Fue una despedida de traca. El asunto acabó con la presencia de la Guardia Civil en el Ayuntamiento y con varias denuncias, tras el paso por el hospital. Cuando faltaba poco para que finalizara el pleno, Mercedes Sacedo, la mujer del alcalde del PSOE, Mariano Arévalo —que acababa de llegar—, lanzó todo tipo de improperios contra tres concejales del PP: una de ellas pedía explicaciones al regidor, en el turno de ruegos y preguntas. Todo ello, sentada en primera fila, mezclada con el público, desde donde daba órdenes a su marido, como si ella fuera la auténtica alcaldesa, según el relato de las populares.

Pero vayamos por partes. A las 22.30 horas, la diputada y portavoz popular, Nadia Álvarez, tal y como explicó a ABC, interrumpió al alcalde, que estaba en su turno de réplica, para reprocharle que no respondía a sus preguntas; entre ellas, que llevaba desde 2001 sin presentar las cuentas municipales, sin actualizar los inventarios y sin hacer las actas. Él le replicó que no iba a contestar porque se las habían realizado otras veces.

Como Álvarez volvió a la carga, él le dijo. «No me interrumpa. Le he dado ya dos avisos; al tercero, la expulso. «Échala. Es una hija de puta», le recomendó su mujer. «Si la mujer es la que manda», comentó María Luisa Gómez, portavoz adjunta del PP. «Merce, por favor», reconvino Arévalo a su mujer. Ésta, fuera de sí, se abalanzó sobre Gómez, mientras la increpaba: «¡Tu puta madre será la que mande, hija de puta! ¡Te voy a arrancar la cabeza!», mientras iba con sus uñas hacia su cara. Le iba a sacar los ojos», agrega Álvarez.

En su camino se interpuso otra concejal del grupo, Amelia Altares. «Puse la mano para pararla, me agarró del brazo, tiró de mí y me golpeó. Tuve que ir Hospital del Sureste. Tengo un esguince en un dedo de la mano derecha», indicó. También intentó agredir a la portavoz popular. «Me insultó y vino hacia mí para agredirme, me tapé la cabeza con unos folios, y me los quitó y me los lanzó a la cabeza». A esas alturas, su marido y otras tres personas la sujetaban ya.

El escándalo fue monumental. Las concejalas del PP abandonaron el pleno, no sin antes avisar a la Guardia Civil. El alcalde continuó con la sesión como si no hubiera pasado nada, y ni siquiera pidió disculpas. «Su mujer se marchó y nosotras teníamos miedo de que estuviera fuera, esperando. Si llega a llevar algún arma, se lía», explica la diputada y candidata a la alcaldía de Carabaña. «Creo que fue premeditado, porque acababa de llegar y durante el mandato de su marido apenas ha asistido a los plenos. Ha sido el episodio más desagradable que he vivido en mi vida política», subrayó.

Ayer denunciaron los hechos. Explican que el transfondo de lo sucedido son las denuncias que han cursado contra el regidor tras los escritos previos por sus actuaciones. «Es el mayor caos de gestión de un alcalde —que se vuelve a presentar y va de número 46 en la lista de Tomás Gómez—. Ahora le están llegado las sentencias, y está molesto».