EL CÓCTEL ESCUDRIÑADO POR LOS QUÍMICOS
La fórmula secreta de un «Bloody Mary» perfecto
La clave está en la manipulación y la frescura de su elaboración, según el experto en análisis químico de sabores Neil da Costa
Para disfrutar de un buen «Bloddy Mary» no basta con mezclar con mimo sus ingredientes: un buen zumo de tomate, vodka, tabasco, limón, salsa Worcestershire, unos cubitos de hielo, además de sal y pimienta. El cóctel perfecto es mucho más que la suma de todo eso, al menos, según Neil da Costa, un experto en análisis químico de sabores. Para que los sabores alcancen su mayor explosión en el paladar la clave está en la manipulación y en la frescura de su elaboración, según ha explicado Da Costa en el Congreso de la Sociedad Americana de Química.
He aquí los pasos a seguir, según su receta: el cóctel debe prepararse en el momento de consumir porque es una bebida químicamente inestable y se deteriora con rapidez; nunca olvide el hielo, reduce las reacciones químicas que produce el zumo de tomate y otros ingredientes que degradan el sabor; no ahorre en el zumo, el jugo de mayor calidad le proporcionará un sabor profundo y sabroso; es mejor economizar en el vodka, porque el intenso y picante sabor del cóctel enmascara la calidad del alcohol y, por último, no olvide la coctelera. Ya sabe: agitado no mezclado, como diría James Bond al pedir su Dry Martini.
Si sigue estos pasos probablemente disfrute de una cascada de sabores que se mueven por las sensaciones dulces, saladas y ácidas. El famoso «Bloddy Mary» es el cóctel más complejo, desde el punto de vista de la química. Se puede alabar también por sus propiedades saludables. Da Costa recuerda los beneficios antioxidantes del tomate, los fitoquímicos del limón y las ventajas de tomar alcohol con moderación.
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