Gisele Bündchen, la primera portada de Emanuelle Alt al frente de Vogue París

El conocido como «affaire Galliano» ha eclipsado muchas de las demás noticias dentro del mundo de la moda. Pero más allá de la locura del diseñador (que continúa ingresado en una clínica de rehabilitación en Estados Unidos), hay más actualidad en el mundillo.

El último tiene que ver con la portada de abril de Vogue París. Se trata del primer número íntegramente coordinado por Emmanuelle Alt , la sucesora de Carine Roitfeld al frente de la cabecera. En portada vemos a Gisele Bündchen , con un minivestido lencero de la colección Primavera-Verano 2011 de Dolce&Gabbanna, en una actitud menos desafiante que en sus portadas «by» Carine. Un vestido que ya ha sido portada de otras cabeceras de la revista: lo fue en Vogue España en febrero y lo será en la edición alemana el mes de abril.

La versión de Bündchen, fotografiada por los holandeses Inez van Lamsweerde y Vinoodh Matadin, es muy primaveral, con un tono más romántico y suave que su predecesora. ¿Una delaración de intenciones? Según la publicación, sí. El 916 es «un número histórico, que inaugura una nueva era en la historia de Vogue París» , con un sumario de las tendencias Primavera/Verano y el blanco como apuesta de la temporada.

La expectación viene porque la salida de Roitfeld de la revista el pasado mes de diciembre no fue tan amistosa como oficialmente se quiso hacer ver. Al parecer, en Condé Nast no aprobaban que la francesa no «cuidara» a los anunciantes (principalmente a LVMH) y creían que la excelente relación entre la editora y el diseñador Tom Ford (al que dedicó íntegramente su último número) había traspasado toda línea editorial. La sucesión de Alt en el codiciado trono trajo nuevas incógnitas: ¿Seguiría la línea «erótica» de su jefa o se desmarcaría del reinado Roitfeld?

El morbo aumentó con el fin de la colaboración de Alt como estilista de las últimas colecciones de Balmain y de Isabel Marant, recién mostradas en la «fashion week» parisina: con ella se ha perdido el espíritu rockero de las dos firmas. Al parecer, la marcha de Alt habría provocado una crisis de ansiedad a Christophe Décarnin (director creativo de Balmain), que faltó a su desfile en la Semana de la Moda de París, al estar ingresado en una clínica.