«Hay que darle una vuelta a todo en España»

—Hablemos mejor de centrales nucleares. Esto sí sería un paso hacia adelante. Somos un país dependiente energéticamente y hay que pensar en soluciones definitivas, no en parches, en una reforma energética, hablar de Garoña y de otras centrales que están en «stand by». Si este Gobierno quiere cambios, que los realice de una vez y con contundencia.

—Reforma laboral, pensiones, negociación colectiva... ¿qué queda por hacer?

—El Gobierno, aunque tarde, ha dado los primeros pasos, pero queda mucho por hacer. Es un momento de cambio necesario hay que rematar el sistema laboral, reformar la negociación colectiva, cambiar el sistema energético, la educación, la justicia y el sistema financiero, aunque éste va por otros derroteros de cambio. Creo que el Gobierno ha tomado conciencia de que la situación es insostenible, que tenemos una sangría de 4,7 millones de parados y de que va a costar mucho crear empleo si no se realizan cambios radicales. Como empresario, pienso que las medidas que debería tomar el Gobierno son las mismas que adoptaría un empresario cuando su empresa tiene dificultades. Y si no se producen cambios, España se va a paralizar; Tenemos que cambiar el país; hay que darle un vuelta a todo, aunque cueste.

—¿Cuales?

—Flexibilidad en contratación y despido; los empresarios siguen teniendo dificultades para contratar y despedir tras una tímida reforma laboral que no ha tenido éxito. La negociación colectiva es clave, son precisos cambios en el funcionamiento de las mutuas, menor absentismo laboral y reformar el reglamento del despido objetivo con 20 días de indemnización, ya que al no estar claros los motivos, el juez sigue teniendo la última palabra.

—¿Crecerá la economía y habrá creación de empleo en la segunda parte del año como prevé el Ejecutivo?

—El Gobierno ha dado un paso, pero tiene que dar tres pasos más. Claro que son difíciles, pero al final los españoles se lo vamos agradecer. El café para todos se ha acabado en este país; la gratuidad se tiene que acabar. No podemos tener la sanidad tan estupenda que tenemos y que sea gratuita; tendremos que ir al copago. La educación tampoco puede ser gratuita al cien por cien, ni la justicia, porque tenemos 10 millones de expedientes sin resolver. Hemos vivido como ricos, entre paréntesis, durante años, pero ha llegado el momento de cambiar. Hay que hacer un cambio tal que supondrá poner el país patas arriba.

—La patronal ha pasado por un año para olvidar...

—CEOE ha tenido un año difícil por las circunstancias por todos sabidas y ha resultado muy perjudicada. Creo que Gerardo Díaz Ferrán fue un buen presidente pero que por sus circunstancias personales y percances empresariales no pudo hacer más de lo que hizo. Juan Rosell es un hombre práctico que habla claro, que es empresario —yo abogo porque esas instituciones sean presididas por empresarios— y le voy a ayudar en el cambio.­

—Los grandes empresarios de este país se han unido para tirar del carro de la competitividad ¿cómo ha recibido CEOE esta iniciativa?

—La CEOE lo ve con buenos ojos, ve bien que las grandes empresas del Ibex hagan un consejo para enarbolar la bandera española de la competitividad en el extranjero porque estas iniciativas suman. Que lo hubiera podido hacer CEOE, pues sí, pero las circunstancias son las circunstancias. Sí han contado con nosotros, sabíamos lo que iban a hacer y tenían el beneplácito del presidente.

—Ligar salarios a productividad parece ahora la cuestión.

—CEOE está por la productividad, aunque, ya lo dije y se malinterpretó, es un tema que hay que estudiar porque pasar de cero a cien es complicado. Yo aplicaría la misma receta que utilizo en mi empresa para subir los salarios. Si el negocio va bien, el trabajador comparte el beneficio y si va mal, comparte la desgracia de la compañía.

—Las cajas han cifrado en cuatro millones los empleos no declarados. Pero la economía sumergida, sumada a la ayuda familiar y a los subsidios, han impedido que salte la conflictividad en la calle...

—Sin ninguna duda. Pero un país con ese nivel de economía sumergida, no es un país que crezca. Todos tenemos que pagar impuestos.

—Háblenos de la gestión de la mutuas de accidentes.

—Los españoles nos hemos dado cuenta ya de que no somos ricos, y de que hay que trabajar más. Sigue habiendo demasiado absentismo en nuestras empresas... el 13% de media. Hay que abordar seriamente el problema y los empresarios debemos tener el control sobre las mutuas para poder hacerlo.

—Los trabajadores han sufrido mucho con esta crisis, pero también las empresas...

—Los países que no cuidan al emprendedor tienen dificultades. Y en este país, desgraciadamente, la figura del empresario no está valorada. En esta crisis los empresarios han sufrido tanto como los trabajadores. El número de parados ha llegado a los 4,7 millones, pero han cerrado 400.000 empresas, seis al día.

—El crédito sigue sin llegar ni a empresas ni a ciudadanos...

—Y no tiene visos de que vaya a mejorar. Pero si no fluye el crédito, el empresario que lo pida y no lo obtenga, va a la ruina... Hay que tener claro que si no arreglamos el tema del crédito las vamos a pasar canutas. ¿Cuánto tiempo nos va a costar? No lo sé, pero la banca es un sector imprescindible para la recuperación y la marcha de la economía de cualquier país.

—¿Habría que revisar a la baja la fiscalidad de las empresas?

—Un país donde se bajan los impuestos es un país que prospera. ¿Por qué en la Comunidad de Madrid se han instalado el 65% de las empresas extranjeras el año pasado? Porque les hemos dado una fiscalidad mucho mejor que el resto. La solución no está en subir los impuestos.

—¿Y las cotizaciones sociales?

—La CEOE ha reclamado una reducción de entre uno y dos puntos para facilitar la creación de empleo. ¿Que sea posible? El momento, sin duda, es complicado. Ahora hay que aplicar austeridad para reducir el déficit público.

—Nueve comunidades superaron el objetivo de déficit previsto para 2010. ¿Necesita reformas el Estado de las Autonomías?

—Las Autonomías han sido un gran éxito para este país, no hay duda, pero quizá habría que cambiar lo que no funciona, adelgazar el sistema porque tiene mucha grasa. Quizá tendría que haber menos funcionarios, adelgazar las leyes...

—¿Qué opina de los pasos dados en la reforma de las pensiones?

—Se han dado pasos necesarios, pero habrá que ir haciendo reformas según la situación. A más paro y menos ingresos, habrá que realizar más reformas. Ahora se ha retrasado a 67 años la edad legal de jubilación, pero igual hay que retrasarla más, hasta los 70 años. Llegarán, sin duda, más reformas con otros gobiernos porque será necesario ir ajustando la caja al dinero que vaya a entrando.

—¿Sería bueno para la economía un cambio de escenario político?

—Cuando las cosas no van bien el cambio político da confianza, sobre todo en una España sumida en la desgracia por cómo van las cosas. El próximo 22 de mayo sí parece que se producirá este cambio de mapa político que, sin duda, dará confianza a los mercados.

—No podemos terminar sin hablar de Madrid.

—Lo tengo muy fácil. En Madrid hay menos paro, nuestra comunidad mantiene equilibrio presupuestario, destruimos menos empleo que el resto de comunidades... Las políticas aplicadas son acertadas. Son las que habría que haber hecho en todo el país. Madrid es el motor de la economía española sin ninguna duda. Esperanza Aguirre es una presidenta con las ideas muy claras, con ideas empresariales.