«Me siento mejor porque ya no me cambian en cuanto cometo un fallo»
Hablando se entiende la gente. Así es como Nate McMillan y el escolta español han puesto fin a sus problemas dentro y fuera de la cancha
De los deseos de irse de Portland en verano a la sonrisa que alberga su rostro han pasado solo unos meses. Todo ha cambiado de manera radical en Rudy Fernández y el balear cuenta a ABC las causas de ese cambio, justo antes de encarar el último tramo de la temporada y los play offs.
—Es usted un Rudy diferente al que en verano pedía salir de Portland.
—Sí. Todo ha cambiado para bien. Físicamente llego un poco flojo a estos partidos, tratando de coger el ritmo después de una semana enfermo, pero la verdad es que estoy contento de cómo está yendo la temporada. He tenido más minutos, estoy teniendo más libertad de la que tenía antes y eso ha cambiado la perspectiva que tenía de todo en los primeros años.
—¿Ese cambio ha venido dado por las lesiones de sus compañeros?
—Una parte, por supuesto que es esa. Y la otra es una conversación que tuvimos McMillan y yo sobre lo que él quería de mí y lo que yo quería que él me diera. Pusimos las cosas claras. Creo que fue una buena reunión de la que sacamos muchas cosas positivas y a raíz de ese día he dado este cambio radical que hay ahora mismo en mi juego y en la NBA.
—¿Ha conseguido por fin que le dé más libertad a su juego y que no le vea sólo como un tirador?
—Eso es. Ahora, cuando estoy en la pista, tengo mucho el balón en mis manos, que es algo que me gusta. Lo que hago es crear juego para mis compañeros, que es algo que se me da bien. Incluso alguna vez he jugado de base y eso me ha venido también bien para coger más confianza.
—¿Y McMillan que le ha pedido?
—Digamos que lo que me dijo es que quería que jugara con la misma energía con la que me veía en la selección. Eso es complicado porque en Portland no tengo el mismo rol que con España, pero sí que a raíz de la lesión de Roy he jugado más minutos, me siento mejor y no importaba si hacía un fallo, dos o tres, seguía en la pista y eso me ha dado más confianza. De hecho, creo que estoy haciendo una de mis mejores temporadas aquí.
—¿Vio cerca la puerta de salida?
—Todo jugador de la NBA ve cerca esos rumores y, sobre todo, este año que ha habido tantos traspasos. Quién iba a decir que un All Star como Deron Williams en Utah acabaría en New Jersey. Al final parecía que todos podíamos entrar a formar parte de un hipotético traspaso, pero sigo aquí, estoy contento y espero y deseo que siga esta misma dinámica.
—En esa readaptación a Portland, se compró un coche, cambió de casa…
—Me gusta tener gente en casa. Cuando estoy una temporada en Portland, mi familia y mis amigos siempre se animan a venir a verme. Esta semana estaba Nadal por allí y no he podido verle por estar de gira. Pero bueno, seguro que coincidimos en el futuro.
—¿Nadal? No me diga por qué, pero todos tienen una estupenda relación con él.
—Sí. Es que, aparte de ser un grandísimo jugador, es una gran persona.
—¿Usted será de los que están como locos por venir a Europa si hay huelga de jugadores este verano?
—Pues no crea. En caso de que hubiera «lockout», la verdad es que no lo tengo nada claro. Eso de firmar con un equipo y dejarlo a mitad de temporada no me hace especial ilusión.
—¿Cómo ve la situación tan complicada que está atravesando el Juventud?
—La verdad es que es un duro palo para los que hemos pasado por allí. Que lo estén pasando tan mal es una lástima y espero que todo mejore.
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