SEMANA DE LA MODA DE PARÍS
La reina del drama
Sarah Burton deslumbra con una colección misteriosa y preciosista para Alexander McQueen. Y no, no diseñará el vestido de Kate Middleton
El desfile de Alexander McQueen celebrado ayer en la bóveda de la Conciergerie de París, conocida como «la antecámara de la guillotina», y por donde la reina María Antonieta fue llevada a morir. Mensaje claro: la malicia y la irreverencia del fallecido McQueen siguen vivas en la firma.
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Obra y gracia de Sarah Burton , sucesora del torturado diseñador e impecable heredera de su legado, que se ha inspirado en esta ocasión en una «reina de hielo», misteriosa, teatral, nostálgica y delicada al mismo tiempo. Una reina decapitada y otra helada, demasiadas referencias «royal» para evitar la pregunta que estos días sobrevuela en Londres, a poco más de un mes de la «boda del siglo», entre el príncipe Guillermo y su prometida: ¿Es Burton la elegida para el vestido de novia de Kate Middleton? «No lo estoy haciendo yo. Eso no es más que una estupidez. La semana que viene, se hablará de otro (Bruce Oldfield, Stella McCartney). Es una tontería». Al fin y al cabo, su inspiración es regia, sí, pero con gran dosis de drama. Así que hablemos de moda.
Casualidad o no, el desfile de McQueen comenzó con una serie de tres vestidos largos blancos, con la minuciosidad y el dramatismo sello de la casa, incluyendo uno con cuerpo de porcelana y una impresionante cascada esculpida en la falda . El corsé, hecho a mano, es una sola pieza elaborada con pequeños trozos de porcelana
El resto de la colección se desarrolla en blanco, gris y negro, y no deja en el aire ni un solo detalle: desde las texturas más ricas ( organza, seda, plumas, tweed, zorros, visones y cuero ) al patronaje. Luminosos vestidos largos, abrigos de lana y pelo, vestidos de día y un estudio de la anatonía femenina que se traduce en corsés escultóricos y trajes-joya.
Desde que murió el diseñador, los desfiles de la firma tienen un aura mística, sombría y gélida, precisamente por la precisión con la que Burton (antigua mano derecha de «Lee» McQueen) realiza las «heritage silhouettes», como llama la nota de prensa a las formas que se vieron en el show. Parece que el propio McQueen hubiera hecho la colección.
A los pies de estas gélidas reinas, botas y botines de piel, anudados tipo «bondage» , con tacón infinito y extrafino. Impresionantes los botines elaborados en plumas de aves negras o piel de serpiente gris , de cuña con plataforma y tacón esculpido hacia dentro, con un pincho horizontal incluído. Tacones «para matar» más propios de una guerrera que de una reina consorte. 100% McQueen.
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