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La última «bomba» de Daniel Estulin

Tras su best seller sobre el Club Bilderberg, el supuesto ex agente de la KGB afirma en su último libro que lo que explotó en el atentado de la T4 fue un artefacto nuclear

PLANETA

PATRICIA MORALES

«El verdadero daño causado en el atentado de la T4 de Barajas provino de una bomba nuclear enterrada bajo la terminal». Con esta provocadora aseveración se destapa Daniel Estulin en la presentación de su último libro «El imperio invisible» . Estulin, que se presenta como ex agente de contraespionaje de la KGB, ha dedicado gran parte de su vida a una particular variante de la investigación periodística, centrada en el supuesto descubrimiento de grandes conspiraciones mundiales, entre otras sobre el «Club Bilderberg», lo que le ha proporcionado un gran éxito de ventas en numerosos países con sus escandalosas publicaciones. «Uno de mis objetivos con este libro es sacar la verdad terrible a la luz, que la gente empiece a despertarse y somos muchos los que lo estamos haciendo», afirma investido en un áurea de solemnidad.

De «La verdadera historia del Club Bilderberg» vendió más de 3,5 millones de copias en todo el mundo , gracias a un texto donde hablaba de lo que el califica como «gobierno mundial a la sombra». Ahora, en su regreso a la no ficción -o al menos afirma que no lo es-, pretende demostrar que «El imperio invisible» es el responsable de la crisis económica que sacude el mundo, pero también del comercio de armas, el tráfico de drogas y la experimentación con armamento nuclear.

«Es de lógica humana saber que el atentado de Barajas fue provocado por una bomba nuclear»

En relación al terrorismo atómico, al que dedica un largo capítulo, dice saber cómo sucedieron «realmente» los hechos, según su criterio e investigación. Estulin llegar a postular que la verdadera causa que provocó el derrumbe del aparcamiento de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas fue una bomba nuclear: «Sin lugar a dudas, fue una bomba atómica, porque no hay nada en este mundo que pueda provocar ese tipo de daños en un espacio de 100 metros cuadrados, cortando las plantas del edificio como lo hizo», afirma sin pestañear.

«Una mini bomba nuclear»

Y va más allá. «El máximo perjuicio que podría causar una bomba con 200 kilógramos de explosivo convencional sería quebrar parte del hormigón en las inmediaciones. ¿Se cree alguien en su sano juicio que se podría demoler una zona tan grande de una estructura de hormigón reforzado con acero utilizando unos insignificantes doscientos kilogramos colocados en un solo punto?», se pregunta con la seguridad propia de quien se sabe en posesión de la verdad absoluta.

Entonces, ¿la bomba nuclear debería haber causado perjuicios por radiación a alguien? Estulin lo rechaza categórico: «Se trata de una minibomba nuclear que, al estar colocada a niveles mucho más profundos, consigue dos cosas: por una parte, se elimina el «hongo atómico» y, por otra, desaparece el efecto de la radiación».

Como marchamo de autenticidad para sus conclusiones, asegura que algunos de los miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que participaron en la investigación del atentado le han llamado para decirle que «cuando sucedió el atentado había muchas cosas que no les encajaban y que, después de haber leído el libro, están absolutamente seguros de que lo que estoy diciendo es así».

«El Estado necesita atentados de vez en cuando»

Aunque asegura que el «Gobierno de Zapatero no tenía ni idea de este suceso», sí confirma que la culpabilidad de ETA en el atentado de Barajas está justificada para que «la masa social pueda dormir tranquila. No es posible decir en España que el atentado de Barajas fue causado por una bomba atómica. El Estado necesita atentados de vez en cuando para recordar a la masa social que ETA existe ».

Revueltas «controladas» en Túnez y Egipto

A renglón seguido, para no perder comba de la actualidad, también tiene su propia teoría para las revueltas que se están produciendo en el mundo árabe. Según Estulin, están totalmente controladas: «En Egipto han quitado a uno que es Mubarak y están poniendo al otro que es igual, ya sea El Baradei o Suleimán, no están promoviendo una iniciativa distinta ».

En su opinión, « el enemigo de Egipto no es Mubarak , es el Fondo Monetario Internacional y el Gobierno americano que controla el Fondo Monetario Internacional. Son ellos los que mantienen los países africanos en una pobreza brutal, porque no quieren que tengan riqueza». Palabra de Estulin.

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