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Descongelan el cadáver del Mono Jojoy

Un juez decide que, por seguridad, el cuerpo del líder militar de las FARC se entierre en Bogotá, en lugar de en su pueblo natal

Alejandra de Vengoechea

Durante cinco meses el cadáver del líder guerrillero Víctor Julio Suárez alias, el Mono Jojoy , estuvo congelado en Medicina Legal a la espera de una decisión judicial. Finalmente un juez de control decidió enterrar en Bogotá al temible ex jefe militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). ¿Por qué en la capital de Colombia y no en su lugar de origen? Porque “priman sobre los derechos de la familia al duelo, los derechos a la vida y la tranquilidad de los habitantes del municipio”, esgrimió el juez.

La pelea empezó desde el mismo 22 de septiembre pasado cuando Jojoy fue abatido en un bombardeo al sur de Colombia . Los habitantes de Cabrera, un pueblo de todos los verdes a cuatro horas de Bogotá, fueron contundentes. Si entierran a Jojoy en éste, el lugar donde nació, habrá guerras, volverá la guerrilla. Los familiares del Mono esgrimían lo contrario: el jefe militar de las FARC, un hombre que se convirtió en el terror de Colombia por sus secuestros, sus tiros de gracia, su sangre fría, nació bueno y se merece estar en su tierra.

Razones de seguridad

Aunque la Fiscalía había autorizado la entrega del cuerpo del guerrillero a su hermano Aníbal Peralta Rojas y a su sobrina Lucero Suárez , desde el 3 de noviembre, el proceso se había enredado. El fiscal de la unidad antiterrorismo que lleva el caso estableció en su momento que el cuerpo de Jojoy, por razones de seguridad, tendría que ser sepultado en Bogotá. Los familiares de Jojoy se negaron a recibir el cuerpo y manifestaron su intención de sepultarlo en el cementerio de Cabrera, donde viven los hermanos y sobrinos del jefe de las FARC.

Pero la decisión estuvo clara: según informaciones de Inteligencia, los habitantes de Cabrera corren riesgo si a Jojoy lo entierran allí pues las FARC, por ejemplo, buscarán cómo recuperar el cadáver.

Cabrera, alejado por completo del desarrollo, tiene cinco mil habitantes. Allí vive Lucero, sobrina y única familiar del Mono Jojoy quien en diferentes entrevistas a medios locales ha dicho lo que piensa. “Quitando uno los odios y rencores, él como persona y creación de Dios, merece también un entierro . Yo no le niego nada a nadie, uno no tiene nada que ver de los actos que haya cometido".

De Jojoy Lucero solo tiene recuerdos pasajeros. Cuando su tío pasaba por la finca y los saludaba, en ese entonces no era consciente a que se dedicaba. "Él pasó como tres veces por donde vivíamos, en esa época no sabíamos qué era la guerrilla y a uno le daba alegría cuando llegaba el tío. Era bastante joven, era un hombre muy alegre, mantenía en buen ambiente, le gustaba jugar con los niños pequeños. Él se hacía lejitos con su gente a comer gallina”, recuerda Lucero.

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