David Bisbal la lía en su twitter

«Nunca se han visto las piramides de Egipto tan poco transitadas, ojalá que pronto se acabe la revuelta». Poco se podía esperar David Bisbal que este comentario, publicado en su cuenta de Twitter, iba a provocar la tempestad que se desató ayer en la red. Las palabras del cantante almeriense, que ha hecho de este nuevo medio de comunicación una habitual manera de relacionarse con sus fans y seguidores, despertaron la hilaridad de los internautas, que inmediatamente llenaron la red de burlas y chistes, algunos de ellos verdaderamente llenos de ingenio.

Varias respuestas remedaron la frase del cantante almeriense: «Nunca vi Alaska tan poco transitada. Ojalá vuelvan pronto los Pegamoides»; «Nunca se habia visto la luna tan poco transitada, ojalá que pronto acabe la guerra de las galaxias». «Nunca había visto tanta gente fumando en la puerta de los bares,a ver si acaba la crisis para que puedan entrar a tomar algo». Otros imaginaban conversaciones del artista con otros cantantes como David Bustamante: «Bustamante: ¿Sabes que han tirado abajo el muro de Berlín? Bisbal: Qué cabrones los del Facebook, pobre Mago». Y otras, simplemente, convertían en chanza el comentario del artista: «Dos horas dando vueltas por Manhattan y no encuentro la gran manzana...Creo que cenaré en un Burger»; «Me fui a Rusia y las montañas no eran tan divertidas».

El propio Bisbal borró su comentario cuando vio la oleada de reacciones en esta cada vez más popular red social, pero ya era tarde, porque eran muchos los que lo habían retwitteado y sus palabras circulaban ya por todo el mundo. El cantante —que tiene a partes iguales fans y detractores— no pareció tomarse con demasiado humor la respuesta de los internautas, y escribió en su página (aunque sin correción ortográfica y de puntuación): «El insulto es lo único que os queda. Bueno, y también mucho tiempo libre». El comentario fue también prudentemente borrado por el cantante poco después.

El tema #turismobisbal fue ayer el más leído en Twitter en España, y dejó muy claro varias cosas: por un lado, que los personajes públicos deberían pensarse mucho lo que comparten con sus seguidores en esta red social (y en otras), porque cualquier comentario adquiere proporciones extraordinarias, y lo mismo que puede ser un medio propicio para difundir rápida y multitudinariamente una noticia puede convertirse, como en este caso, en un peligroso arma de doble filo. No existe piedad en Twitter. Y, por otro, que los españoles no hemos perdido el ingenio a pesar de la crisis.