Las revueltas alcanzan Sudán
Un movimiento opositor inspirado en el ejemplo egipcio moviliza a miles de personas en internet
La oleada de protestas que agita el mundo árabe ha llegado a Sudán. Ayer, en Jartum, la Policía arremetió con gases lacrimógenos y bastones contra los centenares de estudiantes que protestaban por las calles de la capital y rodeó las entradas de cuatro universidades, realizando decenas de arrestos. Al mismo tiempo, medio millar de personas se manifestaron en la ciudad de El-Obeid, en la región de Kordofán Norte, al oeste del país.
Los factores que pueden extender la revuelta son los mismos que en los demás países: una población joven con altas tasas de desempleo, y una crisis económica fuerte, con una inflación disparada durante el último año. Sudán sufre el aislamiento internacional debido a la represiva política de su presidente, Omar El-Bashir, a quien se pretende juzgar en un tribunal internacional bajo la acusación de genocidio en Darfur. A principios de este mes, el gobierno retiró los subsidios al combustible y a algunos productos básicos, disparando así el descontento. La previsible secesión del sur del país, rico en petróleo, tampoco ayuda.
En Jartum es obvia la inspiración que los manifestantes encuentran en el vecino egipcio. «¡Revolución, revolución hasta la victoria!», o «Estamos listos para morir por Sudán», eran algunos de los eslóganes coreados por la multitud, que pedía el cese del gobierno. Por ahora, los manifestantes son escasos. Pero se han creado ya numerosos grupos de Facebook para apoyarles. Uno de ellos, titulado «Juventud por el Cambio», ya tiene más de 15.000 miembros. «La gente de Sudán no seguirá callada por más tiempo», se lee en la página de este grupo en la red social. «Es hora de demandar nuestros derechos y tomar lo que es nuestro en una manifestación pacífica en la que no habrá actos de sabotaje», dice, refiriéndose a la concentración de ayer.
Las autoridades intentaron prevenir la convocatoria con la detención de algunos activistas la noche anterior. Los arrestos, sin embargo, no lograron impedir las manifestaciones. De momento no hay constancia de reacciones en el gobierno de El-Bashir.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete