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MADRID

Rutas en bici por el Madrid histórico

La Casa Encendida y Pangea organizan cuatro itinerarios en bicicleta por las memorias de la Villa y Corte

Rutas en bici por el Madrid histórico

A.G. NIETO / L.M. FARRACES

El cultivo del intelecto y el cuidado del físico pueden combinarse en un sinfín de posibilidades. El «mens sana in corpore sano» lo proclamaron los griegos y lo promueven en Madrid La Casa Encendida y Pangea , que han englobado la pasión por la historia y por el ciclismo en una curiosa actividad. Cuatro recorridos en bici organizados conjuntamente recorren las entrañas de la capital fomentando el uso de transportes alternativos y descubriendo las memorias escondidas de la Villa y Corte.

La primera de estas rutas recorrió las calles del centro para redescubrir el Madrid de Valle-Inclán. Las cámaras de ABC partieron junto a la caravana cicilista de la sede de Pangea, en Pirámides para enfilar el carril bici de Madrid-Río. Pedalada hasta Príncipe Pío, traseros arriba para soportar la Cuesta de San Vicente y, de repente, surge majestuoso el Palacio Real. Ya está. Parece mentira pero llegar al centro en bici no resulta tan complicado.

El paseo propuesto, aderezado siempre con breves paradas explicativas, trasladó a los asistentes a las escenas matritenses recogidas en el libro Luces de Bohemia . Lugares impresicindibles para la comprensión de la obra y su autor como Casa Ciriaco, donde el protagonista, Max Estrella, comienza su trágico peregrinaje nocturno; hasta el lugar en el que se levantaba el Café de la Montaña, donde Valle-Inclán perdió un brazo tras una disputa con otro novel escritor. Y, por supuesto, el callejón del Gato, en cuyos espejos transcurre la más célebre escena de la obra:

MAX: Los ultraístas son unos farsantes. El esperpentismo lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del Gato.

DON LATINO: ¡Estás completamente curda!

MAX: Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.

DON LATINO: ¡Miau! ¡Te estás contagiando!

MAX: España es una deformación grotesca de la civilización europea.

Las rutas que vienen

Tras el Madrid de Valle-Inclán, La Casa Encendida y Pangea ya tienen preparados otros tres itinerarios para los próximos meses. Estas tres rutas rememorarán los tiempos de la Guerra Civil en la capital, las antiguas líneas ferroviarias alrededor del Pasillo Verde y el antiguo Real Canal del Manzanares, una faraónica obra que intentó hacer el río navegable. «Las rutas tienen siempre una dificultad media-baja. No hace falta ser ningún profesional para venir a las actividades», comenta Juan Sarrión, uno de los socios de Pangea.

Madrid, cada vez más amable con las bicis

Las calles de la capital nunca ofrecieron buen cobijo a los amantes de las dos ruedas. «Ha sido una ciudad bastante hostil para las bicicletas», cuenta Juan. Sin embargo, con el paso del tiempo Madrid se ha tornado más afable. «En primer lugar porque c ada vez hay más ciclistas, la gente se acostumbra a ello, y también porque el conductor se va concienciando de que hay vehículos más frágiles circulando», sostiene.

Los aficionados a este medio de transporte que han visitado otras capitales europeas suelen sorprenderse por el poco arraigo que la bicicleta tiene en Madrid. «Esta ciudad tiene muchas ventajas,

«Entre semana protestan los conductores, y el fin de semana nos enfrentamos a los peatones»

porque hay un clima bastante aceptable todo el a ño , no tan lluvioso como en otros sitios», opina Juan. «Sí es cierto que hay que tener cuidado, porque por la semana protestan mucho los coches, y el fin de semana son los peatones. Pero por lo general yo siempre voy a gusto y sin miedo», añade Paloma.

Aunque las infraestructuras para circular en bicicleta han ido mejorando con los años, casi todos los entendidos coinciden en reclamar la necesidad de mayores esfuerzos. «Las vías nuevas están muy bien, pero faltan radiales que te faciliten el moverte desde el carril bici a tu lugar de destino sin problemas», comenta Paloma. Su hermana Reyes la secunda: «A mí me da mucho miedo coger la bici por Madrid, me gustaría que hubiera más seguridad». No obstante, todos confían en que las condiciones sigan mejorando, «bien aumentando los carriles o incluso implantando un servicio de bicicletas públicas». Cualquier medida para que quien opte por pedalear para moverse por Madrid no se sienta como un soldado en territorio enemigo.

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