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COPA DEL REY

El Betis demuestra que es de Primera

Los de Pepe Mel consiguen una victoria ante el Barça pero insuficiente para pasar de ronda

EFE

J.M.SÁNCHEZ

Con coraje, sin complejos, más frescos que una lechuga y con más moral que el Alcoyano. Como se suele decir. A los 7 minutos, el Betis ya había dado el campanazo. Dos llegadas, dos goles. Y susto en el cuerpo incluido. Remontar una 'manita' se antoja siempre tarea ardua. Imposible, dirían algunos . Pero de ilusión también se vive.

El Plan B de Guardiola se metió en un pozo negro. Inesperado por culpa de un avasallador Betis, que se venía arriba conforme pasaba el tiempo. No es para menos. Le metía en problemas a la defensa de un desconocido Barça. Luchaba. Presionaba con gran dinamismo y se asentaba en el campo para poner en apuros a los azulgrana. El dibujo de Pepe Mel, muy ofensivo, creaba más peligro del esperado. Jorge Molina se acercaba a la portería de Pinto sin miedo. Llegaba con facilidad. Como Pedro por su casa. Y, de sopetón, perseguían la épica. Soñaban con el imposible.

Mientras Xavi tranquilizaba el juego de su equipo para que no se fuera de madre, los verdiblancos maravillaban a su afición y demostraban que son equipo de Primera. Hay que decirlo alto y claro. La esperanza se diluyó con un zarpazo de Messi para tomar oxígeno y regresar a la realidad. Al rescate, apareció el de siempre. Control, carrera y gol. Y adiós al cuento de hadas. Pero ahí estaba Arzú para colar un balón entre una maraña azulgrana y dar la pataleta minutos después.

El Barça salió enchufado del descanso. Pero la zaga bética, bien posicionada y perfectamente en línea, cortaba los balones uno detrás de otro. Isidoro, desde el suelo, se sacó una polémica mano que el árbitro mandó hasta la pena máxima. Torcido el partido, se intuía. Hasta que Messi tocó las nubes sorprendentemente al escurrirse antes del golpeo. Un error clamoroso.

Impartida justicia, el fallo dio alas al Betis que continuó con su empuje, aunque bajó el pistón. Superado Pinto, Nacho envió al poste un balón que vino precedido de una gran jugada colectiva. Casi sin tiempo de reacción, los de Guardiola ya sentían la clasificación y se limitaron a ver correr el reloj. Pero la gesta estaba hecha: 28 partidos sin perder, el Barça tocaba la lona.

En la recta final los cambios introducidos por Guardiola, sobre todo con un Jefren lleno de intenciones, pudieron acerca al Barcelona en el marcador, pero éste ya no se movería y los catalanes esperan ya la cita en semifinales ante otro equipo andaluz, en este caso, el Almería.

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