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José Antonio Olavarrieta «Pronto habrá inyecciones de capital privado en las cajas»

Descarta que las cajas vayan a recurrir de forma generalizada durante este año al FROB, a excepción de los procesos en marcha

MARÍA CUESTA

DIRECTOR GENERAL DE LA CONFEDERACIÓN ESPAÑOLA DE CAJAS DE AHORROS

Tras unos meses de frenética actividad financiera aunque relativa tranquilidad mediática, el discurso del presidente del Gobierno en la presentación del informe económico ha vuelto a situar a las cajas en el ojo del huracán. «Vamos a culminar el proceso de reestructuración de estas entidades, reforzando su estructura de capital y adoptando para ello todas las medidas necesarias», concluyó. Convertidas sin más en chivos expiatorios de los males económicos del país, el director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), José Antonio Olavarrieta, sale a la palestra para arrojar luz sobre las sombras que cubren al sector.

—¿Cómo interpreta el mensaje del presidente?

—Las declaraciones del presidente del Gobierno buscan favorecer que las cajas tengan listos cuanto antes sus instrumentos para salir al mercado para captar capital. Pero esto no es una necesidad exclusiva de las cajas. Cualquier entidad financiera que deba afrontar un escenario de estrechamiento de márgenes y aumento del calendario de provisiones como el que se está viviendo en España debido a la crisis, antes o después necesitará mayor capital. Es aritmética pura.

—¿Pero hay que hacerlo con urgencia?

—Sería lo mejor, porque daría más confianza a los mercados y, sobre todo, porque terminaría con parte de la especulación que rodea al sector. Pero, ojo, que esto no es el bálsamo de Fierabrás y no va a hacer que desaparezcan todos los problemas que tiene España. Porque los mercados no sólo están mirando con lupa a las cajas de ahorros.

—¿Y los nuevos datos de riesgo inmobiliario?, ¿Calmarán al mercado?

—Bueno, lo cierto es que estos datos ya se conocían. Otra cosa es el grado de detalle de los mismos. Pensar que como va a ofrecer un mayor desglose de la información se van a destapar más necesidades de capital es una ligereza. El Banco de España conoce hasta las entretelas de las provisiones y la composición de las carteras de las entidades financieras. De hecho, en realidad, lo que se va a poner de manifiesto es la elevada cantidad de dotaciones con las que están cubiertas las entidades en este país. Ahí sí que va a haber sorpresas y confío en que sirva para mejorar su imagen.

—¿Está desvirtuada?

Desde luego dista mucho de la realidad. Se están utilizando las cajas de ahorros como explicación de todos los males de España. Y algún que otro problema habrá en la economía española...

—¿Descarta que en 2011 las cajas vayan a recurrir de forma generalizada al FROB?

—Sí. Con la información que a día de hoy ofrecen los balances y a excepción de los procesos que están ahora en marcha, sí.

—¿Y si las cajas no consiguen salir a los mercados?

—En mi opinión el mercado de capitales comienza a recuperar poco a poco el pulso y, en la medida en que empiece a fluir la financiación, indudablemente llegará a las cajas y a las empresas españolas. Pero poniéndonos en el peor de los casos, si las cajas de ahorros necesitaran acudir ahora mismo al mercado en busca de capital, tendrían las dificultades que están teniendo todas las entidades nacionales en este momento. No más. No hay que olvidar que las cajas han hecho una gran reestructuración de cara a Basilea —triplicando los volúmenes de activos en muchos casos— que va a favorecer su acceso al capital. En cualquier caso, no han necesitado acceder al mercado de una manera urgente debido al préstamo del FROB.

—¿Ha pasado lo peor de la crisis de deuda soberana?

—Comenzamos a ver cómo fluyen las colocaciones de deuda y sí, hay que pagar más, pero esto es un fenómeno global y España no es una isla.

—¿Y para la banca española?

—El problema de las entidades financieras españolas es de percepción. El mercado interpreta que, como en España ha habido un fuerte «boom inmobiliario», similar al de Irlanda, Inglaterra o Estados Unidos, nuestra banca debe estar en un estado similar al de estos países. Pasan por alto, sin embargo, que el Banco de España ha aplicado un fuerte y riguroso calendario de provisiones. En cualquier caso, esto lleva a pensar a los analistas que si hay problemas de financiación incluso para las grandes instituciones financieras, para las cajas también los habrá. Pero la realidad es otra muy distinta.

—¿En qué sentido?

—Bueno, el estricto sistema de provisiones en España ha supuesto unas menores necesidades de capitalización. Las cajas de ahorros hemos realizado varias presentaciones a inversores internacionales para explicar nuestro modelo de negocio y nuestra reforma. Hemos estado en Londres, París, Bruselas, Frankfurt, Munich y, en Estados Unidos, en Washington, Boston y Nueva York. Ahora vamos a ir al Medio y Lejano Oriente. Y hasta yo mismo me he quedado sorprendido por el interés que despiertan España y las cajas. De hecho, ha habido acercamientos de fondos y pronto veremos inyecciones de capital privado en el capital de las cajas de ahorros.

—¿Cómo valora el proceso de reestructuración de las cajas?

—Sólo digo que se estudiará en muchas universidades.

—¿Ha pecado de lentitud?

—En absoluto, porque son procesos muy complejos. Aunque entiendo que exista una sana preocupación porque estén listos cuanto antes.

—¿Para cuándo la segunda ronda de fusiones?

—En mi opinión no habrá una segunda ronda.

—¿Cuál será entonces el gran reto del sector en 2011?

—Ser capaces de informar del nuevo sistema que hemos elegido en España para las cajas de ahorros y poder acceder al mercado de capitales.

—¿Cerrarán este ejercicio con beneficios en la cuenta de resultados?

—Han estado en beneficios en septiembre y lo estarán al cierre del ejercicio de 2010 y también a 31 de marzo de este año. En cualquier caso, si continúa la crisis, el calendario de provisiones y la contracción de márgenes, las necesidades de capital serán mayores.

—¿Habrá novedades legales para las cajas en 2011?

—No puedo atisbar ningún cambio legal porque, además de que se acaba de aprobar, es lo suficientemente amplia como para permitir el control por parte del regulador y del Gobierno y, al mismo tiempo, mantener nuestras señas de identidad.

—¿La reestructuración de las cajas de ahorros pone en peligro la Obra Social?

—No, tal y como está la ley. El espíritu con el que nació la legislación fue, precisamente, preservar la obra social de las cajas. En medio de una de las crisis más duras que han afectado a nuestro país, me sorprende mucho que no se esté valorando esta función social. Las cajas entregan una cantidad enorme de millones de euros a la sociedad cada año y hay casi 170 millones de personas que disfrutan de ellas directamente. ¿Qué ocurriría en España si desapareciera la Obra Social?

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