El nuevo buey Apis

LA casta sacerdotal egipcia reunida en el templo de Menfis renovaba su poder cambiando al buey Apis, la segunda vida de Ptah, el alma de Osiris, ahogándolo en el lago sagrado si el rumiante no se moría antes. El privilegiado cuadrúpedo hijo de un rayo celeste que fecundó a una becerra debía ser identificado gracias a especiales signos misteriosos sólo conocidos por los sacerdotes e ignorados por la gente vulgar. El Apis difunto se convertía en Osiris y entonces era llamado Osir-apis o Serapis. Y pasaba ya disecado a ocupar plaza en la galería de bueyes ilustres. También había estatuas como la encontrada en Iria Flavia, Padrón.

En el papiro Bikileaks se lee que in illo tempore cierto buey Apis se resistía a morir ni a ser sacrificado. Pese a su notoria incompetencia no quería abandonar sus prebendas de regalada vida ni su corte de arrugadas vacas horras, traviesas terneritas y tiernas becerras saltarinas, provocando así la natural preocupación entre los sacerdotes que veían peligrar la continuidad del negocio otrora floreciente a base de mentiras, imposturas, falsos oráculos y saqueo de sus idiotizados y complacientes fieles. El templo de Menfis reunía a sacerdotes llenos de zozobra en esta época de abatimiento. Trascendía la preocupación existente entre potentados, mercaderes y prestamistas por el grado de devastación que asolaba al reino.

Incluso el faraón en su olímpico retiro palaciego había recibido un audaz e insólito papiro firmado por varios de ellos que instaba al cambio en modos y maneras, además de rumiantes. La opulenta Saba, Siria, Kadosch y otros poderosos reinos lejanos se habían quejado de la imposibilidad de la prosperidad y del comercio internacional con semejante buey. Estaba en juego no ya el hambre y miseria de la plebe, sino la propia credibilidad y continuidad de las instituciones legitimadoras del reino y con ellas la permanencia del negocio. Se discutía cómo liquidar al risueño buey actual, preventiva y prudentemente aculado en tablas, pero, sobre todo, acerca de las misteriosas señales que deberían adornar al nuevo Apis que habría de ser seleccionado.

Un anciano sacerdote de turbia y huidiza mirada aviesa, propuso secuestrar al buey e incluso se ofreció a disfrazarse con su piel de modo que se tranquilizara la oligarquía mientras el ignaro populacho creyera que todo seguía igual. Pero otros sacerdotes de Apis y sacerdotisas de Isis no se fiaban pues ya conocían sus mañas de tahúr del Nilo y preferían liquidar al buey sin más contemplaciones y proclamar al sustituto.

En esto que una sacerdotisa de Hathor casada con un antiguo boyero del otrora flamante Apis se levantó de su escaño y se postuló a nuevo buey Apis de género con un contundente e irrebatible argumento. Si hay miembros y ahora miembras, y si bueyes, bueyas… era preciso buscar nuevas señas de identidad. A lo que otra colega opuso que si se precisaban para ser buey ella también tenía coj…

El papiro de Bikileaks está roto a partir de aquí. Dicen que su autor fue lapidado acusado de acceder carnalmente sin precauciones a una hetaira del culto de Mir Militta seleccionada oportunamente para la ocasión.