Mourinho exige una reunión urgente con Florentino Pérez

Cambió su táctica agresiva con un toque de ironía que duró diez segundos: «Si quieren esconderse detrás del entrenador, perfecto». Y volvió al ataque con una carga de profundidad contra otros responsables de la casa. Su referencia a las renovaciones era elocuente en sus destinatarios:

«Lo importante es que mi equipo merece ser defendido. Debo hablar de los arbitrajes fuera, no en público. Hemos sido un equipo con carácter, que ha ganado sin jugadores importantes. Con todo lo que ha pasado en el campo, conseguir lo que parecía imposible, sumar los tres puntos, es para estar contento. ¡Cómo han estado Arbeloa, Pepe y Sergio Ramos, que sale de una lesión!». Negó una noticia que surgió de la propia entidad: «No es verdad que Pepe pida seis millones».

El rumor que corrió por el Bernabéu era el presunto enfado de Florentino Pérez por esas críticas del técnico. Hubiera preferido, como decía el luso, haber lavado los platos rotos en la cocina del despacho. Se espera que esa cumbre entre el presidente y el entrenador se produzca hoy. El remate del «show» de Mourinho fue su andanada a Rafa Benítez, vencedor del Mundialito de Clubes con el Inter: «Creía que me iba a dedicar el triunfo por un torneo que yo le he regalado».

Fue una noche de cuchillos virtuales. Jorge Valdano no respondió públicamente a las manifestaciones de José Mourinho.

Indirecta al Barcelona

El portugués dijo que dejaría a la prensa su hoja con los trece errores del discutido Clos Gómez y al final se la llevó. Como expuso el departamento de comunicación, esos análisis arbitrales internos se realizan en cada encuentro.

Lo que sucede es que cada declaración del entrenador del Real Madrid adquiere una trascendencia universal. Sus frases respecto a la calidad del encuentro de anoche no tenían desperdicio: «No pagaría ni un euro por verlo. No ha existido el partido. Si estuviera en casa cambiaría de canal para ver un encuentro de la competición de Vietnam».

Sin descanso, continuó dando a diestro y siniestro. Incluido el Barcelona: «Seguro que algunos que creían que iban a aumentar su ventaja a cuatro o cinco puntos estarán ahora frustrados».